La vida de Scott Styles es un tanto atípica. Hasta parece salida de un cuento de Roberto Bolaño. Quizá no lo conozcas. Quizá sí. Pero seguro la historia del científico de la NASA que se convirtió en actor porno te sorprenderá ¿O acaso no te parece al menos curioso que un experto en física molecular pase de trabajar en el Centro Espacial Johnson a filmar escenas de sexo en una habitación en Los Ángeles, California? Vamos...
Scott Styles, de ingeniero de la NASA a actor porno

El día que Carl Sagan iluminó a Styles
Échenle la culpa a Carl Sagan una vez más. Es que fue el genial astrofísico y divulgador científico quien resultó determinante en la carrera y vida de Scott Styles. Claro, no fue que viendo Cosmos decidiera convertise en estrella de cine para adultos... Pero vayamos por partes.
Scott Styles nació en Rockford, Illinois, el 19 de junio de 1968. Desde muy pequeño, mostró un gran interés por saber cómo funcionaban las cosas en su nivel más básico, así que era frecuente que desarmara relojes, televisores y cualquier aparato electrónico que le pusieran frente a él, para así comprender su totalidad a partir de todas sus partes (¿suena a Descartes?).

Pero la verdadera epifanía de Styles sucedió a los 18 años. Este joven curioso y afecto a las actividades deportivas, quedó absorto y maravillado frente a la pantalla del televisor al ver un documental sobre Carl Sagan. El efecto fue tan grande que Scott decidió estudiar y meterse de lleno en el mundo de las ciencias.
Scott Styles encontró en el poder abarcativo de la física una forma de comprender el universo. Así, decidió estudiar en la Universidad de Texas A&M, en donde obtuvo su maestría en Física atómica y molecular. De allí a las películas condicionadas un paso, nada más... Bueno, un par al menos.
Carrera de Styles en la NASA
No estoy seguro de que haya alguna película para mayores de 21 años con un argumento similar, pero lo cierto es que Styles comenzó a trabajar en el la mesa de control de la NASA, en el Centro Espacial Johnson, allí en las mismas mesas llenas de controles de vuelo y pantallas que indican la actividad de los transbordadores y las misiones espaciales que vemos en las películas.
La vida de Styles como empleado de la NASA no fue tan emocionante como podrías imaginarte. Aunque para ser justos, tiene algún momento particularmente destacable. Por ejemplo, en 1991, tuvo un papel importantísimo al ayudar a la tripulación del Discovery a recuperar importante información de vuelo que se había perdido por severas fallas tecnológicas.

Fue la primera vez en la historia que el equipo de control asistió a los astronautas en vuelo en el reajuste y empalme de cables que les permitiera recuperar los datos perdidos. Así se lo reconoció el Capitán de la Fuerza Áerea Lindley Johnson en una carta de felicitaciones por el deber cumplido.
Pero Scott se aburrió de la rutina establecida. Dejó su trabajo en la NASA, y un día conoció a la persona adecuada en un club de strippers –se conoce a la gente indicada en lugares muy diversos–. Desde ese momento, su entrada a la industria del cine para adultos fue casi tan natural como asisitir a un astronauta en plena misión espacial fuera de nuestro planeta. No es poca cosa, ¿verdad?
Lo importante es encontrar el camino, joven padawan: para algunos, lo correcto sería la historia contada al revés. Pero eso no importa cuando descubres tu vocación, como le sucedió a Scott Styles.







