San Juan de Gaztelugatxe, un paraíso vasco

San Juan de Gaztelugatxe es un islote que se encuentra en el Golfo de Vizcaya, sobre el Mar Cantábrico, dentro del País Vasco, en el norte de España. Su punto más elevado se halla a ciento cincuenta metros sobre el nivel del mar.

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Pertenece a la localidad de Bermeo, toda la cual tiene una costa muy accidentada, con acantilados de hasta cien metros de altura donde el embate continuo del mar talla arcos y cuevas, habiendo también otras islas, como las de Ízaro (situada en la desembocadura de la Ría de Mundaka)y Aqueche ( Akatz).

Junto con Aqueche, mole de piedra sin casi vegetación y prácticamente inaccesible que se ha transformado en santuario para aves (gaviotas, cormoranes, palomas y muchísimas más), forma una biosfera protegida.

La isla de los Caballeros del Temple

La une a Bermeo un antiguo, estrecho y sinuoso puente de piedra de dos arcos. Luego de ascender unos doscientos escalones (a lo largo de los que, cada tanto, se alza una figura del Vía Crucis) se llega a una ermita que data del siglo X y fuera consagrada a San Juan, al parecer por la Orden de los Templarios; a fines del siglo XVI llegaron hasta allí los piratas ingleses comandados por el célebre Capitán Drake y la saquearon.

Si se desea visitarla con tranquilidad, para disfrutar de la paz del entorno, es mejor hacerlo en primavera u otoño, puesto que en verano se llena de turistas que arriban para tocar la campana a la par que piden un deseo, según es tradición. Hay en ella innumerables exvotos dejados por marineros que han sobrevivido a naufragios y desean dejar así su testimonio de agradecimiento.

Las huellas de San Juan, el Bautista

Numerosos hechos históricos se sucedieron en ella y su entorno inmediato y son muchos también los relatos fantásticos que se escuchan estando en el lugar; uno nos dice que San Juan, el Bautista, arribó hasta este punto de la costa vasca y cuatro de sus huellas quedaron marcadas indeleblemente en las rocas, una de estas pisadas puede verse en el Arco de San Juan, otra está junto a Itsasalde, otra en el Alto de Burgoa y la cuarta y última es vecina del caserío de Ermu; se dice, además, que en las cuevas del islote la Santa Inquisición recluía a los que eran acusados de brujería.

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En sus playas rocosas es común la práctica del buceo, mediante la cual se puede observar el fondo marino en el que se mecen interminables praderas de algas entre las cuales nadan lubinas y congrios, además pueden verse erizos, centollos, pulpos, percebes y decenas de otras especies.

Varias festividades religiosas se celebran a lo largo del año, en junio la de San Juan Bautista, en julio la de San Ignacio de Loyola, en agosto la de Nuestra Señora de Begoña, entre otras.

Un bello lugar con un encanto diferente en el que pasar nuestras vacaciones, no regresaremos defraudados, muy por el contrario, siempre perdurará en nosotros el ansia por regresar.

¿Han visitado  San Juan de Gaztelugatxe alguna vez? ¿Les gustaría hacerlo?