Hay cicatrices que nunca terminan de sanar. Esto aplica para aquellas experiencias individuales que hayamos vivido a lo largo de nuestra vida, como aquellas colectivas que nos tocaron padecer a todos y que dejaron una marca en nuestra memoria.
¿Sabías que los desaparecidos son incluidos dentro del padrón electoral?

Los argentinos sabemos muy bien de esto: la tumultuosa historia política de nuestro país durante gran parte del Siglo XX nos marcó de muchísimas formas. Un ejemplo de esto pasó con la última dictadura militar, cuyo plan sistemático de desaparición de personas marcó un punto de quiebre en la sociedad argentina.
Esto se vió reflejado años más tarde con el Nunca Más. Sin embargo, resulta imprescindible mantener la memoria activa para que nunca permitamos que algo así vuelva a suceder. Esto se hace de muchas formas, mediante grandes campañas como en pequeños gestos.

Uno de ellos, por ejemplo, es identificar a los desaparecidos en el padrón electoral. Los mismos aparecen en la listas de papel pegadas frente a los colegios durante las jornadas de votación y están resaltados en gris.
La decisión data del 2009, pero hasta el momento los nombres no destacaban en casi ningún padrón. Fue recién en los últimos años que estas personas comenzaron a estar resaltadas en los registros con la leyenda «ausente por desaparición forzada».
El gesto es mucho más que un acto simbólico, dado que también es una constancia de la persecución sufrida por estas víctimas durante uno de los períodos más oscuros de la historia argentina.
Si bien se trata de una cifra inferior a la de los 30 mil, resulta impactante concurrir a votar y ver familias enteras marcadas en los listados. Un recuerdo que debería hacernos reflexionar a todos como argentinos.







