¿Sabías que Chapecoense pudo haber sido un equipo argentino?

Chapecó no volverá a ser la misma. En sus calles reina el silencio. Los colores verde y blanco recorren el mundo entero y sus habitantes están más unidos que nunca. 

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Entre tanta tristeza asoma una curiosidad desde las puertas del Arena Condá, donde el Chapecoense hace de local. Allí, una de las calles linderas lleva el nombre de un presidente estadounidense que, a priori, uno supondría que poco tiene que ver con la historia de la ciudad. ¿Su nombre? Stephen Grover Cleveland.

Imagen Batanga Media

¿Y qué tienen que ver un presidente yanqui, un club brasileño y la Argentina?

Para responder a esta pregunta habrá que remontarnos al Siglo XIX. En aquel entonces, la República Argentina era un joven estado en formación y sus fronteras, al igual que las de muchos países de Latinoamérica, no estaban bien delimitadas.

Esto llevó a una serie de acuerdos a lo largo del siglo con quitas y concesiones de distintas porciones de territorio. Una de las más importantes fue la del Laudo de Misiones, una disputa territorial entre Brasil y la Argentina en torno a una parte del territorio de dicha provincia.

Imagen Wikimedia Commons

Básicamente, el conflicto giraba alrededor de los ríos que delimitaban la extensión de la provincia argentina. La postura del país, en aquel entonces, indicaba que el territorio de Misiones estaba circunscrito a los ríos San Antonio, Pepirí Guazú, Uruguay, Iguazú, Chopim y Chapecó (¿Les suena?).

El área, comprendía una porción del territorio en el que hoy se sitúa la ciudad de Chapecó y que, en su momento, estaba habitada por aproximadamente 5.800 personas, casi todas de origen brasileño.

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Negociaciones fallidas

Si bien hubo sucesivos intentos entre los gobiernos de Brasil y la Argentina de delimitar las fronteras a través de tratados, la disputa finalmente quedó en manos de un laudo arbitrado por el entonces presidente de los Estados Unidos Grover Cleveland, país aliado a Brasil.

Como resultado, el Presidente se pronunció a favor de la posición brasileña, que pretendía establecer como límites los que en su momento mantenían el Virreinato del Río de la Plata (España) y la colonia portuguesa en Brasil.

El arbitraje acabó siendo reconocido y aceptado por ambas partes, y fue ratificado con un tratado definitivo en el que se concedían los territorios en disputa ( entre ellos la ciudad de Chapecó) a Brasil. Es por esta razón que una de las calles linderas al estadio del Chapecoense lleva el nombre del presidente norteamericano.

Así es como la ciudad de Chapecó, hogar del club que hoy es el centro de las miradas en el mundo, estuvo una vez a un paso de ser argentina. Resulta muy difícil imaginarse cómo sería la historia si la decisión de Grover Cleveland hubiera sido la contraria.