Ruta del Vino en Francia
Para quienes amamos el buen vino Francia es un país que nos depara hermosos destinos. En este caso, a unos 150 kilómetros al norte de la capital, Paris, un paisaje de suaves ondulaciones en praderas que ven crecer viñedos le da la bienvenida a la región de Champagne. Y el nombre ya lo dice todo, estamos en la tierra dónde nace el mejor y más famoso vino francés.
Desde la región de Champagne (foto arriba) a la de Estraburgo, cercana a la frontera con Alemania y caracterizada por la elaboración de marcas como Riesling o Tokay Pinot gris, todo es un viaje de sensaciones y gustos de algunos de los mejores vinos de Europa.
Comencemos en la ciudad de Epernay, la capital del champaña, en la que no podremos dejar de visitar al menos una bodega y recorrer los kilómetros de galerías subterráneas dónde se guardan los vinos. Luego una pasada por el pueblo de Hautvilliers, hogar del famoso Dom Pérignon.
Luego podremos seguir rumbo a la ciudad de Reims (foto centro) , cuna de bodegas como Pommery y Ruinart. En esta fantástica ciudad podremos visitar una maravillosa catedral gótica y recorrer calles de un encanto romántico difícil de igualar. También podremos tomar alguna de las rutas turísticas del vino que rodean la ciudad y nos llenan de gustos y vistas en las bodegas.
Emprendamos ahora camino al sur dónde nos toparemos con Troyes (foto abajo) , otra de las capitales del champaña. Esta ciudad tiene un encanto especial en sus casas medievales y su arquitectura. A su alrededor, la Costa de Bar nucléa un número importante de bodegas en las que notaremos el especial encanto y la simpatía de los vinicultores de la región.
Moviéndonos nuevamente hacia la frontera alemana llegaremos a la ciudad de Alsacia, centro del vino de la región. Aquí dejaremos un poco atrás los encantos del champaña para centrarnos en bodegas de vinos más convencionales pero no por eso menos deliciosos.
El camino que une a la medieval Alsacia con Estraburgo esta plagado de pequeños y encantadores pueblitos con sus típicos winstubs (bares íntimos dónde el vino es el principal protagonista) y entre pueblo y pueblo, suaves colinas tapadas de prolijos y pintorescos viñedos que rodean casas antiguas convertidas en bodegas.
El viaje por esta ruta del vino francés más característico es un viaje directo al secreto de la uva y al descubrimiento del famoso y delicioso Champagne.