Dos por tres tropezamos con alguna canción que la menciona, o descubrimos que un artista o personaje que admirábamos nació en esta curiosa ciudad. Es el caso, por ejemplo, de Ernesto Che Guevara, Fito Páez, Roberto Fontanarrosa, Alberto Olmedo, Carlos López Puccio (integrante de Les Luthiers) y Juan Carlos Baglietto; los más reconocidos rosarinos. Pero Rosario es más que la cuna de personalidades memorables.
Rosario: tierra de leyendas


La ciudad de Rosario, ubicada en la provincia de Santa Fe, disputa con Córdoba el puesto de segunda ciudad más grande de la República Argentina, y alberga una cantidad tal de atracciones naturales, culturales, históricas y paisajísticas que su calidad como destino turístico alcanzó fama mundial.

Rosario está a 300 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, y aunque es mucho más pequeña y menos cosmopolita que la capital, comparte con ella el encanto de los café de barrio, de las clásicas peatonales y de la variedad de actividades artísticas y culturales que ofrece a quien la visita.

Uno de los encantos de la ciudad es el famoso Monumento a la Bandera, que se mandó a construir en 1940 y que es obra de los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo y de los escultores José Fioravanti, Alfredo Bigatti y Eduardo Barnes. El Monumento a la Bandera conmemora la creación de la bandera, y la primera vez que se hizo flamear, el 27 de enero de 1812 por el General Manuel Belgrano. Es un monumento de 72m de altura que comprende la Torre Central (que funciona también como mirador), el Propíleo Triunfal de la Patria, con la Galería de Honor de las Banderas de América, y la Escalinata Cívica Monumental.
Todo el conjunto ofrece un predio erigido con estructuras de dimensiones impactantes (y una vista espléndida del Río Paraná y de los alrededores) que hace que quien lo visita quede perdido entre las columnas, escalinatas, esculturas y figuras que componen todo el Parque de la Bandera. El Monumento a la Bandera se puede ver en el billete argentino de $10.

Dentro del circuito de compras se destacan las peatonales Córdoba y San Martín, ubicadas en el centro de la ciudad. La Plaza del Che es uno de los pilares míticos de la ciudad y un interesante lugar para visitar, al igual que el Municipio y la Catedral.

Y quienes disfrutan de los barrios elegantes en los que reinan grandes y verdes plazas y coquetas residencias, no pueden dejar de recorrer la zona norte de la ciudad. Las enormes casas construidas sobre pequeñas colinas que miran el cause del Río Paraná, y el colosal Puente Rosario-Victoria con sus luces nocturnas y su enorme extensión, son un paisaje que deleita a los visitantes. Aquí radica gran parte de la belleza de Rosario.








