Sinagoga Viejo-Nueva, uno de los atractivos principales de Josefov.
Recorriendo Josefov, el barrio judío de Praga

Para comenzar conociendo Praga, uno de los destinos europeos más populares en la actualidad, es fundamental comenzar por Stare Mêsto, el hermoso casco viejo de la capital checa. Una vez finalizado tu recorrido, lo que debes hacer es dirigirte hacia el norte del barrio viejo, donde te espera Josefov, el barrio judío de Praga, donde encontrarás gran parte de la historia de esta maravillosa ciudad.
Desde épocas medievales el pueblo judío ha pisado fuerte en Praga, construyendo un recinto en el que tenía lugar buena parte de la vida económica de la ciudad. Los años fueron pasando, y las desgracias sobreviniendo. El nazismo es la más obvia de ellas, pero algunas menos dañinas en apariencia también fueron causando la decadencia de Josefov. El avasallamiento arquitectónico de comienzos del siglo XX fue una de ellas, lo cual causó la venida a menos de muchísimas sinagogas y edificios emblemáticos.
No obstante ello, la judería de Praga todavía conserva su encanto inicial. Un paseíllo por las calles Parizska, Maiselova o Siroka permiten apreciar los edificios sobrevivientes, muchos de ellos de estilo neorrenacentista, neobarroco y art-noveau, además de poder apreciar muchísimas atracciones particulares.
Destacamos en primer lugar la visita a las sinagogas que aún sobreviven a la historia. La sinagoga Maisel (1951), la Española (1867) que se llama así debido a las influencias moriscas en su fachada, la Pinkas (1492) que toma su nombre del famoso rabino Pinkas o la sinagoga Klausová, que se ubica cercana al Cementerio Viejo.
Vista del interior del Cementerio Viejo.
Pero entre todas las sinagogas que encontramos en Josefov, merece un párrafo aparte la Sinagoga Viejo-Nueva, la cual, construida en el siglo XII es la sinagoga más vieja de todos los Alpes. Con una planta arquitectónica dividida en dos naves, su estilo es marcadamente medieval, con un arca gótico renacentista.
También en Josefov es obligada la visita al Viejo Cementerio Judío, el lugar más visitado de toda Praga junto al Puente de Carlos. Este cementerio es el mejor conservado de toda Europa, y sus orígenes se remontan al año 1478. La lápida más antigua está fechada en el año 1439 y es de Avigdor Kara, y la más famosa es la del Rabino Loew.
Un paseo por Josefov evoca necesariamente una parte sustancial de la cultura de la capital Checa. Conocer de cerca sus callejuelas, admirar la arquitectura judía y entrar en contacto con los elementos culturales que perviven allí es, tanto para turistas judíos como para católicos, musulmanes o de cualquier religión, un paseo inolvidable.







