¿Quién fue la gran mujer que luchó junto a M. L. King Jr.?

Martin Luther King Jr. es conocido por su gran trabajo por defender los derechos civiles de los afrodescendientes en Estados Unidos. A través de la lucha pacífica, se convirtió en la persona más joven en obtener el Premio Nobel de la Paz, a sus 35 años.

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Si bien la gran mayoría de las personas conoce su nombre y su labor, no todos conocen a su esposa, Coretta Scott King, que también fue una gran luchadora por los derechos civiles de los afrodescendientes.

Una pareja comprometida con una causa mayor

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Martin Luther King y Coretta Scott se conocieron en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra en Boston ⨪el sueño de ella era convertirse en una cantante famosa⨪.

Luego de obtener su título en voz y violín, Coretta se mudó a Montgomery, Alabama junto a su esposo que trabajaba como pastor de la Iglesia Bautista Dexter Avenue.

En la relación no faltaron las conversaciones sobre raza y política y Coretta optó por renunciar a su sueño de ser cantante para luchar por los derechos de los afrodescendientes. Más tarde, sus cuatro hijos seguirían también sus pasos.

Coretta Scott King trabajó junto a su esposo de forma activa, formando parte del boicot de autobuses de Montgomery y trabajando por el Acta de Derechos Civiles de 1964, entre otros. Pero además de trabajar con su esposo, logró desarrollar su propia carrera en el activismo y trabajar como mediadora pública y como enlace con organizaciones de paz y justicia.

Tomar las riendas del activismo

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Tras el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968, Coretta tomó las riendas del movimiento en busca de la igualdad racial. Cuatro días después de su muerte, llevó a cabo la marcha planeada por su esposo en Memphis para apoyar la huelga de los trabajadores sanitarios.

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Además, se involucró en el movimiento de las mujeres y se manifestó en contra del apartheid en Sudáfrica. También fundó el Centro Martin Luther King para el Cambio Social No Violento y se manifestó a favor de los derechos de la comunidad LGBTI.

Coretta pudo ver en 1983 cómo el trabajo de su esposo se volvía leyenda cuando Ronald Reagan firmó un proyecto de ley que estableció el Día de Martin Luther King como feriado laboral. En 1995, pasó las riendas del centro a su hijo, aunque continuó mostrándose activa.

La activista, que vivió hasta los 78 años, fue un pieza imprescindible en la lucha por la igualdad racial y los derechos humanos en general.