¡Bienvenido a un nuevo viaje de 3 días por el mundo! El destino que vamos a conocer el día de hoy es la hermosa y sensacional Suiza, la reina montañesa, los chocolates, los relojes, el queso gruyere y los bancos de renombre internacional. Uno de los países más desarrollados de la actualidad y sin lugar a dudas, un excelente destino turístico para cualquiera sea la época del año.
Qué visitar en Suiza en 3 días
Por ejemplo, Suiza es el mejor lugar para disfrutar de unas vacaciones de invierno, para practicar esquí, pescar, navegar por lagos de ensueño y admirar algunos de los paisajes más bellos del mundo, entre ellos, por supuesto, los Alpes Suizos. Pero como la consigna nos invita a explorarlo sólo durante un lapso de 72 horas, vamos a concentrarnos únicamente en tres regiones en particular que prácticamente por obligación debes conocer en el territorio helvético. Esto es Suiza en 3 días.
Día 1: recorriendo la gran Ginebra

Comenzar la estadía con una amplia recorrida por la gran ciudad de Ginebra es la mejor opción. Ginebra es una de las ciudades más grandes del país y comúnmente conocida como la Capital Internacional de Suiza, ya que allí se alojan numerosas sedes de organizaciones mundiales, es considerada como uno de los mejores lugares del mundo para vivir, sino el mejor. En un recorrido por esta majestuosa y pintoresca ciudad, se recomienda conocer el Palacio de las Naciones, en el parque Ariana, sede de las Naciones Unidos desde el año 1966.
Algunos de los árboles del parque tienen hasta más 100 años de antigüedad y allí uno puede encontrarse con verdaderas obras de arte del paisajismo. Continuando por la Ginebra, también se puede visitar el Musée d'Art et d'Histoire (Museo de Arte y de Historia), un sitio perfecto para los amantes tanto del arte como de la historia, ya que en el museo se exhiben piezas de un enorme valor arqueológico y una amplia variedad de obras de arte simplemente espectaculares, algunas de ellas datan incluso de la prehistoria.

Entre otros atractivos, la Catedral de San Pierre, construida en el siglo XI ofrece una vista panorámica de la ciudad imprescindible, ni que hablar, luego se puede acompañar por el mejor chocolate caliente que uno pueda probar en su vida, el chocolate suizo. Finalmente, la ciudad cuenta con numerosos restaurantes clásicos que ofrecen platos típicos y las más refinadas exquisiteces.
Día 2: aventuras en el Monte Cervino

Luego de haber comenzado con un recorrido por Ginebra, conocer algunos de los lugares más emblemáticos y de haber disfrutado tanto de sus coloridos paisajes como de sus platillos tradicionales, llega la hora de la aventura. El día 2 comienza muy temprano, con un viaje hasta el gran Monte Cervino, donde se encuentra la montaña más popular de los Alpes: el Matterhorn o la montaña Schilthorn.
Sobre la frontera con Italia, la montaña Schilthorn registra una altura de casi 4500 metros de altura por encima de un paisaje que quedará marcado con fuego en tu memoria, tal como la aventura de llegar a la cima. Además, la misma cuenta con un restaurante giratorio en su cima: el moderno, cálido y lujoso Piz Gloria. ¡No puedes perderte la experiencia de comer allí! La vista desde las ventanas del restaurante no tiene el más mínimo desperdicio, apreciarás una excelente panorámica de los Jungfrau-Aletsch-Bietschhorn.

De seguro ya puedes imaginarte allí, frente a una combinación de montañas, valles y glaciares bellísimos que, de hecho, han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y vale la pena mencionarlo. Obviamente, toda esta travesía llevará su tiempo y su esfuerzo, por lo que además de disfrutar al máximo, no puedes dejar de pensar en el tercer y último gran día.
Día 3: Jungfraujoch e Interlaken, Lucerna y Zurich

En tu último día, no puedes perder un solo segundo, comienza el día lo más temprano posible con una visita a Jungfraujoch. Probablemente se trate del punto más famoso de Suiza, en especial su estación de trenes, la estación de tren más alta de toda Europa, a unos 3500 metros de altura aproximadamente. Se trata de un pequeño ferrocarril que atraviesa las montañas Jungfrau, Mönch y Eiger, donde entre otras cosas, se erige un Palacio hecho con hielo, restaurantes y tiendas de regalos. Pero, sin dudas, lo que te dejará sin aliento es la vista que obtienes desde allí: uno de los mejores paisajes del mundo entre la nieve y las nubes. Ten en cuenta que es tu último día y no pierdas el control sobre tu reloj.

Ahora bien, antes del mediodía, es el momento de bajar esas enormes alturas para instalarse en la comuna Interlaken, un valle que se forma entre los lagos, debajo de todas las montañas suizas. Allí te encontrarás con hoteles pintorescos, centros comerciales, restaurantes y tiendas para comprar los mejores chocolates, quesos y relojes suizos para traer de recuerdo antes de partir para volver a casa.

Con toda la cuestión de las compras resueltas, puedes dirigirte a Lucerna, pequeño pueblo de apenas 9 km2 que se ajusta perfectamente a esa imagen que de seguro tenías sobre todo pueblo suizo. Es que buena parte del pueblo se remonta hasta la Edad Media y allí se puede caminar tranquilamente detrás de las gloriosas murallas de la antigua Museggmauer, cruzar el puente Kapellbrücke y apreciar las hermosas pinturas del siglo 17 dispuestas en los alrededores del río Reuss.

Lamentablemente, todo lo bueno también pasa y el tercer día va culminando. Es momento de terminar la estadía recorriendo las calles de la impresionante Zurich. La verdad es que con lo que reste del día debes disfrutar todo lo que puedas en la ciudad y tienes varias opciones, todas excelentes. Puedes visitar la Catedral de Fraumünster; que fue construida en el siglo XIII, el Cementerio Fluntern; donde se encuentran los restos nada menos que del supremo literato irlandés James Joyce, el Museo Beyer; con los relojes más increíbles del mundo o cualquiera de sus tantos restaurantes y clubes nocturnos.
Realmente sensacional, ¿no lo crees? ¿Ya has estado en Suiza? ¿Has visitado estos lugares? Sino, ¿cuál te atrae más de estos grandes destinos en Suiza?