Una guía turística se convierte en nuestro mejor aliado a la hora de viajar, la que nos abre camino hacia nuevos rincones, recomienda un restaurante apetecible o nos informa de las normas que rigen ese nuevo país.
¿Qué tan fiables son las guías turísticas?

Sin embargo, al igual que sucede en muchos otros ámbitos, estas consejeras de papel se ven sustituídas por las nuevas tecnologías, las cuales consiguen una mayor precisión. Con estos últimos avances sólo nos queda preguntarnos si podemos confiar en las guías turísticas.
Guías turísticas ayer y hoy
La historia de las guías turísticas comienza en la Antigua Grecia con la redacción del "periplo" que señalizaba los principales puertos de la costa. Siglos después, en el siglo IX, el mundo árabe se servía de numerosos manuscritos elaborados por alquimistas y exploradores que permitían al mundo seguir sus pasos hasta las ruinas de Egipto o la Ciudad Santa. Su evolución alcanzaría el siglo XIX coincidiendo con los primeros avances turísticos impulsados por Thomas Cook o la costumbre de los jóvenes aristócratas de realizar el conocido como Grand Tour a través de los países europeos, sin contar los libros de viaje escritos por autores como John Thompson o Washington Irving.
Hoy día, las guías turísticas clásicas continúan siendo de papel, algunas más extensas y con más o menos ilustraciones. Fiel compañero de muchos viajeros actuales alrededor del mundo, bueno es comprobar que estamos adquiriendo la guía adecuada. Hay sitios web que manejan esta tipología, recomendando destinos, hoteles, restaurantes alrededor del mundo, basándose en una profesional plantilla de investigadores tras su redacción y una actualización constante. Sin embargo, debemos tener en cuenta las ventajas y desventajas del conjunto que conforman hoy en día muchas (y a veces innecesarias) guías turísticas.
Pros y contras de las guías de viaje
Las guías turísticas de papel se adaptan a los nuevos tiempos con numerosos enfoques: según el país, ciudad, continente, si se trata de una escapada, de vacaciones veraniegas... Muchos datos, restaurantes, atracciones turísticas y mapas concisos. Sus ventajas también suponen poder llevarlas siempre a mano desafiando el roaming del país al que viajamos y que nos privará de consultar datos por Internet, esa es una de sus grandes ventajas.
Otra ventaja es la posibilidad de planificación que otorga una guía de papel, conteniendo en sí misma todos los lugares turísticos de interés en nuestro nuevo destino, lo cual nos permite analizar los puntos fuertes y trazar una ruta o visitas diarias con mayor organización.
Sus desventajas comienzan en la actualización. Una guía turística fiable debe estar impresa o reeditada en el año en que viajamos, por lo que consultar la fecha en el dorso del libro antes de adquirirlo es lo más recomendable, pues el mundo cambia constantemente y posiblemente hayan atracciones nuevas o restaurantes cerrados. En esta particularidad reside su fiabilidad.
Una ventaja (o desventaja) es la fama que una guía turística de renombre otorga a un establecimiento en un país, algo de fiar, pero que lo habrán convertido en un lugar masificado que podríamos arrepentirnos de haber visitado. Por otra parte muchas guías más baratas se centran en los lugares principales sin prestar atención a esos rincones escondidos y con encanto. Siempre procurad comprar una más extensa.
Muchos pensarán que las fotos no son necesarias, pero a este autor al menos le gusta ver reflejado el lugar que va a visitar y un buen mapa actualizado (que no me haga recurrir a Google Earth), las bases para poder alcanzar los objetivos adecuados y saber qué voy a ver.
Nuevas tecnologías
Muchos turistas han preferido cambiar las guías turísticas por Internet o combinarlas. Y es en la red , las apps de turismo para smart phones o las redes sociales las que aportan mucha más precisión actualmente a la hora de viajar. Mapas por satélites actualizados, infinitas webs de turistas por modalidad, posibilidad de reservar en un restaurante, de consultar los permisos de entrada y salida en un país, etc. Sin embargo, esto supone tener que encontrar una constante señal de Internet (o wi-fi) en el país extranjero si no queremos pagarlo caro.
Los foros en Internet o blogs de viajes son otra fuente de información más fiable debido a las opiniones reales de turistas, el conocimiento de un rincón que desconocíamos o múltiples consejos. De este modo lo mejor será combinar una guía turística con Internet. Tener un ejemplar con nosotros, siempre actualizado, que nos permita concienciarnos con tranquilidad de nuestro siguiente destino mientras viajamos en tren o tomamos un café.
Internet nos servirá para complementar esa información de forma más completa y actualizada, sabiendo si actualmente se celebra una fiesta típica, si han cambiado el menú de un restaurante, los días gratis para visitar museos, etcétera. O incluso descargando las propias guías de viaje en nuestro móvil u ordenador.
No todas las guías turísticas son fiables, pero debemos tener siempre en cuenta la fecha de edición, el grosor y modalidad (una guía de fin de semana no va a complacernos si viajamos al destino durante dos semanas o un mes), recomendaciones por Internet y fotos actualizadas. En todo casos siempre podemos complementar esta guía con los beneficios de Internet.
¿Sigues usando guías de viaje o recurres más a Internet a la hora de viajar?







