En una época en la que podemos ver tanta diversidad en las familias, es desconcertante cómo la desinformación sigue fomentando estigmas alrededor de los hogares homoparentales o lesbomaternales. La ciencia se ha dedicado por años a desmitificar las "hipótesis" que colocan a las familias conformadas por dos madres o dos padres en desventaja.
¿Qué les pasa a los niños que crecen en hogares con dos papás o dos mamás? La ciencia responde

Estos son tres de los mitos más arraigados que rodean a los hijos de padres homosexuales o madres lesbianas, y la respuesta que las ciencia tiene para ellos:
#1 Serán diferentes a los otros niños
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La Universidad de Malta recopiló una serie de estudios desde inicios de la década del 2000, en ellos se compararon a niños de padres heterosexuales y de padres homosexuales. Dentro de las variables de estas investigaciones, se monitoreó el aprovechamiento escolar, el autoestima y posibles padecimientos psicológicos.
La conclusión final arroja que nunca se identificaron diferencias entre cada grupo. A través de su síntesis, la institución destaca la investigación realizada en 2008 por Alicia Crowl, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Michigan.
Crowl, quien también hizo comparativas entre familias homoparentales y heteroparentales, concluyó que el autoestima y los comportamientos de los niños en general son determinados por la educación y procesos disciplinarios que convengan los padres, nada tiene que ver con variables como la orientación sexual de los mismos, la etnia, la raza, etc.
Por otra parte, el Medical Journal of Australia se dedicó a erradicar este frecuente mito. Realizó una investigación durante tres décadas por medio del instituto Melbourne Children's, en los que comparó niños criados por parejas del mismo sexo con aquellos de parejas heterosexuales. Los resultados encontraron un crecimiento normal en todos los sujetos de estudio, en el sentido emocional, físico y social. En su momento, este estudio se realizó para combatir las iniciativas que se oponían al matrimonio igualitario en Australia.
Las cabecillas del estudio del Medical Journal declararon a los medios que la investigación tiene por objetivo acabar con la desinformación en Australia y el mundo.
#2 Son propensos a más discriminación en su entorno
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La doctora Fiona Tasker de Bisberk, de la Universidad de Londres, encabezó una investigación en 2008 sobre familias homoparentales, uno de sus puntos específicos explica cómo la mayoría de los incidentes de intimidación y burlas son raros para los niños criados en un hogar con padres homosexuales, esto se debe principalmente al hecho de que estos padres son más cuidadosos acerca de la información que revelan a otros sobre su situación familiar. Además, se comprobó que la relación entre padres e hijos en estos casos es más sana, ya que suelen tener diálogos más abiertos y con mayor empatía.
Tasker todavía encontró familias homoparentales que decían temer al prejuicio, pero logró esclarecer algunas hipótesis donde muchas parejas heterosexuales se decían abiertas a la convivencia de sus hijos con niños provenientes de hogares homoparentales. En realidad, Tasker reitera que los prejuicios se aprenden en casa. En conclusión, si un niño es acosado por otro al provenir de una familia homoparental la re-educación no es problema de los padres homosexuales o madres lesbianas, sino de los del niño agresor.
El acoso escolar es un problema que sufren los niños en general, cualquiera es propenso a convertirse en víctima y en todos los casos la atención debe enfocarse a reivindicar al victimario.
#3 Tendrán una orientación sexual coaccionada
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Susan Golombok, profesora de investigación familiar de la Universidad de Cambridge, ha estudiado el ambiente que rodea a las familias homoparentales desde 1983, y concluye en varias de sus investigaciones que los niños de parejas homosexuales en edad escolar, establecen los patrones de relaciones sociales esperados, es decir, suelen tener la misma selección de grupos de pertenencia que cualquier otro niño tendría.
Con respecto a los roles de género, las investigaciones de Golombok demostraron que los hijos de parejas conformadas tanto por dos mujeres como por dos hombres poseen los comportamientos usuales, no existen diferencias entre estos niños y los de parejas heterosexuales. Los niños involucrados en la investigación mostraron los mismos intereses en cuanto a juguetes, pasatiempos o planes para el futuro.
Aunque es algo ya conocido en nuestros tiempos, aún hace falta aclarar que la orientación sexual no es definida por la pareja que cría al niño sin importar si es heterosexual u homosexual.
Existiendo tantos tipos de familias, la sociedad debería ser capaz de respetar y valorar los diferentes hogares que la componen. Mientras más información se tenga, habrá menos prejuicios.
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