El 23 de noviembre del año 1995, Diana, la princesa de Gales, aterrizó en Argentina para dar inicio a un «tour de caridad».
¿Qué hizo Lady Di en su histórica visita a la Argentina?

De la princesa de los pobres se hablaba en todo el mundo y todo lo referido a ella era noticia: desde su ropa, su peinado, sus obras de caridad y por supuesto, sus políticas «antimonárquicas».
¿Qué hizo Lady Di en Argentina?
Día 1
Trasladada en un Jaguar bordó con vidrios polarizados y acompañada por 10 autos de seguridad, se hospedó en la embajada británica donde se dio un chapuzón en la pileta.
Esa misma mañana, visitó la Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI) donde habló y jugó con niños que estaban siendo vacunados o en tratamientos contra la poliomielitis. Luego partio rumbo al Servicio Nacional de Rehabilitación y visitó a los niños del Hospital Garrahan.
Por la noche se realizó una ostentosa cena en su honor en la embajada, donde no faltó el tango.

Día 2
Nadó nuevamente en la piscina y esa misma mañana visitó el Hospital de Oncología Angel Roffo. El almuerzo fue en la quinta presidencial de Olivos, donde la esperaban el entonces reelecto presidente Carlos Menem y su hija, Zulemita.

Después del almuerzo se subió al Tren de la Costa para visitar el Hospital Municipal de San Isidro y por la noche, se realizó una elegante cena en el entonces Palacio de Correos, con tango de fondo y diversas figuras políticas que la esperaban.
Día 3
Se tomó un vuelo a Puerto Madryn para ver a las ballenas y conocer la ciudad galesa Gaiman, donde dialogó con el gobernador de Chubut, Carlos Maestro. Después tomó el té de las 5 en la histórica casa Ty Te Caerdydd y esa misma noche regresó a Buenos Aires.

Día 4
Voló en helicóptero al Tigre, para visitar Casa de vida, un centro de rehabilitación de adicciones, luego navegó en barco a la isla Miramar y esa noche regresó a Inglaterra.
Más que una princesa
El especial de La Nación sobre la princesa hace un detallado recuento de la visita de Lady Di a la Argentina.
Sus tareas humanitarias la convirtieron en un ícono y una figura sumamente influyente para toda la realeza, debido a que hizo lo que ninguna otra princesa había hecho antes: interesarse por los más necesitados.
Su vida resinificó la tarea de la corona en todo el mundo y su carisma, su vida y sus tareas, la convirtieron en una figura muy difícil de olvidar.
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