Como cuando mezclas azul y rojo, te da morado. Cuando mezclas sexismo y racismo, te da misogynoir.
¿Qué es misogynoir? Y por qué es peor que el sexismo


Ser feminista no debe impedirnos ver las faltas dentro del propio concepto general de un movimiento que se basa en buscar la igualdad de derechos. Y si hay un problema con el feminismo no es que a algunos hombres les incomode, es que tiene un fundamento racista. Porque el feminismo tiende a tratar a las mujeres como una unidad con los mismos obstáculos.
La realidad es otra, si bien todas las mujeres estamos sujetas a padecer de sexismo a lo largo de toda nuestra vida, hay una clara diferencia entre ser blanca y ser negra. Lamentablemente, nos guste o no, nos demos cuenta o no, todos tenemos rasgos racistas. Es imposible que sea de otra forma viviendo en una sociedad con prejuicios de raza globalizados.
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Entonces no es lo mismo ser mujer que ser mujer negra. Misogynoir es una palabra combinada que mezcla los términos misógino y noir (negro en francés) para englobar esas acciones que unen el racismo y el sexismo en un mismo acto. Y esto es lo que sufren a diario las mujeres de color.
El término fue creado por la activista negra Moya Bailey, quien entendió que había que encontrar un término para diferenciar la segregación que sufren las mujeres negras en un mundo donde incluso el feminismo sigue unas pautas que dicta la narrativa de la mujer blanca.
Pero vamos a intentar explicar más gráficamente esto del misogynoir con casos de alto perfil.
Leslie Jones
Uno de los casos más obvios y resonantes de este año ha sido el vil ataque virtual que ha sufrido la actriz y comediante Leslie Jones en las redes sociales.
Jones tomó un perfil que la hizo objetivo de los grupos de misóginos odiosos gracias a su participación en la anticipada recreación de Ghostbusters con un elenco femenino. Todo cayó mal con la fragilidad masculina de algunos hombres que inmediatamente se sintieron amenazados con la idea de reemplazar a cuatro hombres por cuatro mujeres, y le declararon la guerra.
La cinta y sus protagonistas fueron víctimas de constantes ataques sexistas. Personalmente temía por Kate McKinnon, quien es abiertamente lesbiana en la vida real. Supuse que sería la más atacada por su sexualidad, que constantemente es usada como un estereotipo del feminismo (la lesbiana iracunda que odia a los hombres).
Pero claro, Kate es un rayo de sol con un carisma impresionante. Además es blanca. Blanca y rubia de ojos azules.
Entonces uno piensa en Melissa McCartney. Otro estereotipo. La gordita. Pero resulta que Melissa es otra mujer sumamente simpática. Y blanca.
Así que fue Leslie Jones la que recibió la avalancha de odio que algunos no pierden tiempo en esparcir. La guerra que le montaron fue despreciable. Incluyendo constantes insultos en las redes sociales, principalmente racistas, y hasta un hackeo a su información personal que luego fue expuesto.
Do not give your eyeballs to this racist, hate-filled, misogynoir crime. I #StandWithLeslie ❤️
— KATY PERRY (@katyperry) August 24, 2016
Esto es exactamente lo que es. Un ataque directo a esta comediante, específicamente por ser mujer negra. Eso es misogynoir.
Serena Williams
La más grande tenista de la historia ha sido víctima del ataques misogynoir desde que inició su carrera.
Constantes insultos racistas durante sus partidos. Constante trato injusto por los comentaristas deportivos, hasta el punto de que Andy Murray debe salir a explicarle a uno que las hermanas Williams tienen más medallas de oro, y que cuentan a pesar de que sean mujeres negras.
La carrera de Serena es muy extensa y prolífica como para que entremos en detalle de cada caso que ha sufrido. Pero sabemos que los ha sufrido y sigue sufriendo.
Incluyendo el reciente ataque de hackers rusos, resentidos porque su delegación fue suspendida de las Olimpiadas de Río 2016 por dopaje. Estos hackers han ido publicando información médica de atletas, principalmente estadounidenses, principalmente mujeres, principalmente mujeres negras.
Verán, Río nos regaló unos Juegos donde las que más brillaron fueron las atletas mujeres, con la excepción de los siempre espectaculares Michael Phelps y Usain Bolt, y la payasada de Ryan Lochte.
Pero hay que destacar la excelencia deportiva de las mujeres negras. Como Simone Biles y la propia Williams. Sí, desde entonces los hackers han publicado más información, de otros atletas de más países, incluyendo los rusos que sí asistieron (algunos tildados como traidores). Pero el primer ataque tuvo un preocupante tinte misogynoir.
Incluso antes del ataque cibernético. Recordemos como Gabby Douglas fue señalada por no colocarse la mano en el pecho durante el himno.
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Solange Knowles
Ser la hermana menor de Beyoncé debe ser duro, si pensamos que Solange también es cantante y debido al masivo éxito de su hermana debe verse a la sombra de ésta.
Pero Solange ha tenido momentos altos y bajos por cuenta propia. Y recientemente tomó las redes sociales para narrar una experiencia tan misogynoir como es el hecho de que las mujeres negras no se sienten seguras en un lugar predominantemente blanco.
Parte de los tuits que compartió los borró para convertirlos en un ensayo publicado en su página web. Pero el resumen es que la hermana de Beyoncé fue a un concierto de Kraftwerk en New Orleans.
Casi inmediatamente después de llegar comenzó a recibir insultos y gritos. Inicialmente por estar de pie. Algunos personajes del público, blancos, decidieron ser lo menos cordial posibles para exigirle que se sentara. Y luego hasta le lanzaron objetos (una lima, que aparentemente es algo que uno lleva a los conciertos).
Ella reconoce que es molesto tener al alguien parado delante mientras se disfruta de un acto de entretenimiento. Pero también se pregunta si uno va a un show de uno de los artistas pioneros de la música dance y electrónica, y espera no ver a nadie bailando.
Pero su queja es el tono y la forma en que se le pidió. Que fue grosera. Además, como para demostrar su punto, un grupito de trolls (los tres tristes trolls de siempre) comenzaron a responder a su narración en Twitter con más ataques misogynoir.
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