Prostitución: ¿Trabajadoras sexuales o violencia de género?

La prostitución es catalogada comúnmente como “el trabajo más viejo del mundo”, lo que quiere decir que siempre existió, existe y por el momento va a continuar existiendo.

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Es un tema sumamente controversial para la sociedad, los gobiernos y dentro del propio feminismo, ya que hay dos corrientes de pensamiento completamente distintas: el abolicionismo y la legalización de la prostitución.

Abolicionismo

Esta postura considera a la prostitución como  violencia de género y explotación sexual y sostiene que más allá de que algunas mujeres elijan ejercer la prostitución por voluntad propia, se trata de la mera construcción de un sistema patriarcal, donde la sexualidad está basada en el dominio masculino y la sumisión femenina.

Legalización

En Argentina, la prostitución no es ilegal, pero sin embargo en los lugares donde se ejerce, es penalizada.

Las prostitutas reclaman el reconocimiento de su trabajo y por lo tanto, la despenalización de la prostitución, argumentando que lo son por decisión propia y que la prohibición solo lleva la práctica a la clandestinidad.

Plantean además la necesidad de un marco regulatorio que garantice los derechos laborales de las personas que ejercen el trabajo sexual y que esté reconocido por el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Miles de mujeres, trans y travestis son prostitutas en todo el país y viven en el día a día la estigmatización y persecución institucional, lo que hace que sea muy difícil y peligroso su trabajo, por lo que reclaman fuertemente su identidad política y laboral .

Imagen istock
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Controversia sobre la prostitución

De regularse, miles de prostitutas obtendrían su derecho de trabajadoras, pero también nuestra sociedad sería cómplice de que un hombre tenga de forma legal el poder de pagar por tener el cuerpo de una mujer.

¿Está bien que a un hombre que paga por el cuerpo de una mujer se lo llame « cliente», a un proxeneta « prestador de servicio» y a una prostituta « trabajadora sexual»?

¿Está bien que una mujer trabajadora decida prostituirse por decisión propia y sea sumamente estigmatizada?

Quizá en lugar de preguntarnos «por qué una mujer es prostituta» deberíamos preguntarnos «¿Por qué un hombre compra el cuerpo de una mujer?»

Hay una realidad: la prostitución existe y su clandestinidad solo perjudica fuertemente a quienes la ejercen, pero tampoco debemos olvidar que el hombre nace sabiendo que tiene el dominio para poder comprar el cuerpo de una mujer y hacer lo que quiera con él.

¿Vos qué opinás al respecto? ¿Creés que se debería abolir la prostitución o se debería regularizar?