El Presidente Mauricio Macri vetó la Ley de Trombofilia, en medio de sus vacaciones en Villa La Angostura. La ley, aprobada por el Congreso en noviembre, incluía el análisis de sangre que diagnostica el trastorno dentro del programa médico obligatorio (PMO).
Pros y contras de la Ley de Trombofilia que Macri vetó esta semana

Si bien la trombofilia puede causar complicaciones en el embarazo , en aquel entonces distintas voces del sector salud se opusieron a la normativa, ya que -entre otros puntos- consideraba al trastorno como una enfermedad y no un factor de riesgo.
¿Qué es la trombofilia?
Si hablamos del trastorno, el consenso establece que se trata de un desorden adquirido o hereditario que afecta la coagulación de la sangre. El mismo puede causar problemas durante el embarazo, como abortos tempranos recurrentes, partos prematuros, muerte fetal intrauterina o restricción del crecimiento.

La ley, además de incluir el análisis de sangre como práctica rutinaria, establecía la creación de un Programa Nacional para la investigación, diagnóstico y tratamiento del trastorno. Sin embargo, durante su tratamiento, encontró la oposición de distintas organizaciones, como el Grupo Cooperativo de Hemostasia y Trombosis.
Oposición y apoyos al proyecto
En un comunicado, el Grupo CAHT afirmó que la ley tenía «graves fallas conceptuales y peligrosas consecuencias». Según el texto, la ley «asigna con el rótulo de "enfermas" a personas sanas y asintomáticas». Por otro lado, el grupo se opone a la realización de estudios en mujeres sanas, sin ninguna evidencia científica que lo avale.

Sin embargo, desde la organización Trombofilia y Embarazo desmienten ese punto. En diálogo con Página 12, Ianina Castro aseguró que la ley únicamente establece la realización de un análisis de sangre y no un estudio invasivo. «Hoy las mujeres llegan al análisis después de la 3era o 4ta pérdida, por un reactivo que cuesta 9 mil pesos y se realiza de forma privada», afirmó.
Otro punto que despertó oposición, según el Grupo CAHT, es que la realización de estos estudios no necesariamente conduce a una prevención eficaz del trastorno. Sin embargo, desde la organización Trombofilia y Embarazo consideran que se trata de un trastorno silencioso que, en mujeres que tienen abortos a las 8 o 9 semanas de embarazo, nunca se manda a analizar entre toda la batería de estudios que se deben hacer.
El tratamiento en Argentina
En nuestro país, el tratamiento más utilizado para combatir el trastorno es la heparina, cuya caja de 10 inyecciones cuesta 6 mil pesos. Quienes ya cuentan con el diagnóstico pueden además hacer el tratamiento de forma gratuita en los hospitales Durand y Posadas.

Este es un punto importante para el Grupo CAHT, que sostiene en su comunicado que estos estudios frecuentemente dan positivos, «sin que esto signifique mayor predisposición a una enfermedad». De esta manera, se terminará indicando el tratamiento con heparina en más del 50% de las mujeres estudiadas, «incluso en aquellas con condiciones en las que su uso puede estar contraindicado».
Dado el alto costo de los estudios, se generarán innecesarias erogaciones (gastos) en el sistema de salud.
Por último, desde la Asociación Trombofilia y Embarazo destacaron que al vetar la ley, dejarán de realizarse campañas de concientización acerca de esta problemática, vitales para difundir qué tipo de anticonceptivos están contraindicados para los que padecen este trastorno, algo que resulta fundamental para prevenir una trombosis profunda.
El veto no solo desató un debate político entre los sectores que impulsaron la aprobación de la ley, sino también en la misma comunidad científica. Pero aunque esta sea o no la mejor versión de la ley, confiamos en que pueda reverse para difundir información, concientizar y prevenir la trombofilia en el país. ¿Estás de acuerdo con el veto presidencial?






