En el año 2013, motivado por el femicidio de Ángeles Rawson se creó el “ Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos Contra la Integridad Sexual” pero recién ahora se hizo realidad.
Por qué el Registro Nacional de violadores es TAN necesario

4 años después de aquel entonces, el femicidio de Micaela García puso nuevamente el tema en agenda y después de una intensa lucha por parte de víctimas de ataques sexuales y familiares de víctimas de femicidios, finalmente el Poder Ejecutivo lo reglamentó.
¿Cuál es su objetivo?
Según el Boletín Oficial, el registro permitirá la identificación de quienes hayan ejecutado delitos contra la integridad sexual. Esto facilita el esclarecimiento de los hechos que sean objeto de una investigación judicial vinculados a delitos sexuales.
¿Cómo es el funcionamiento?
La ley 26.879 dispone que el Estado deberá obtener una muestra de material genético de quienes hayan sido condenados por delitos sexuales.
Los datos recolectados de todos los condenados del país, serán almacenados en el registro. De esta forma, se podrá contar con esa información y comprobarla en el caso de que se investigue una posible reincidencia por parte de los agresores.
Procedimiento
- Cuando se cometa un crimen sexual, los peritos realizarán la recolección de huellas en la escena; El laboratorio se encargará de procesar los datos y digitalizar el perfil genético; después el software del registro permitirá exportar los datos para analizarlos, compararlos y encontrar o no coincidencias con otros perfiles cargados en el sistema.
En caso de encontrar coincidencias, se repetirá el examen como una contraprueba.

Por qué el registro de violadores es indispensable
En Argentina se denuncian 50 ataques sexuales por día, según un informe de Chequeado y una mujer muere cada 18 horas. El Estado no cuenta todavía con estadísticas oficiales de los femicidios en el país, y son organizaciones especializadas las que se encargan de ofrecer datos sobre el tema.
El registro de violadores es fundamental para resolver casos de violencia sexual, prevenir nuevos, encontrar a los responsables y detectar reincidencias.
Sin embargo, la solución al problema de ataques sexuales a mujeres no está solamente en crear un documento de este tipo. El verdadero cambio tiene que venir acompañado de una estrategia a largo plazo y un plan de políticas públicas que busquen promover la seguridad.
Mientras sigamos saliendo a la calle con miedo por el simple hecho de ser mujeres, está claro que queda mucho por cambiar. La verdadera solución va más allá, es política y cultural.






