Sinónimo de dunas y exotismo, el camello es el habitante por excelencia del desierto, constituyendo una de las principales atracciones a nuestro paso por países como Marruecos o Egipto.
¿Por qué el camello aguanta tan bien el calor del desierto?

Introducidos en el continente africano desde Oriente Medio y a su vez desde Asia, el camello es un animal que nunca parece dejarse vencer por las altas temperaturas del desierto del Sáhara. Sin embargo, ¿acaso sabías por qué el camello aguanta tan bien el calor del desierto?
El arte de adaptarse al medio
A diferencia del camello, especie inicial que consta de una única joroba, el camello dromedario, aquel con una sóla joroba, es el animal más usual durante ese exótico itinerario entre las dunas del Sáhara.
Aún así, nuestra experiencia apenas se compara a las largas travesías que estos animales realizan desierto a través, soportando temperaturas que pueden superar perfectamente los 50 grados e ingiriendo cantidades de agua más bien escasas. Y... ¿cómo soporta tan bien el calor?

Partiendo de su adaptación, la cual fue forjada tras su inclusión en el caluroso desierto africano hace cientos de años, el camello dromedario puede pasar hasta una semana sin beber agua ni comer, si bien también puede ingerir 46 litros de agua de una sola toma. Por otra parte, la inclusión del camello en un entorno árido le aporta una temperatura corporal entre los 34º y 41º, lo cual permite al animal conservar las ingestas de agua debido a su baja sudoración.
Además, la ingesta de plantas desérticas es mucho más fácil para el camello, ya que dispone de labios gruesos y una gran boca con la que triturar más fácilmente los alimentos que ofrece el desierto. A la hora de impedir la entrada de arena en sus orejas, estos quedan protegidos por los gruesos pelos que cubren las mismas, mientras que su joroba se compone de grasa que le aporta una mayor energía a la hora de afrontar las largas travesías por el desierto.
¿A qué estás esperando para visitar el desierto del Sáhara?
Como puedes comprobar, el camello soporta perfectamente el calor del desierto gracias a unas constitución forjada por la adaptación y la sabiduría de la madre naturaleza. Camuflados entre unos páramos ocres cuyas temperaturas palían con extrema tranquilidad, el camello dromedario es el animal por excelencia del desierto y uno de los medios de transporte insignia a nuestro paso por el mismo.
¿Has montado alguna vez en camello?







