No somos los únicos: la figura de la madre es también muy importante para las ballenas jorobadas recién nacidas. Así lo sugiere un estudio realizado con ocho ballenas recién nacidas y sus madres en el golfo de Exmouth, en el oeste de Australia, que reveló que esta especie marina susurra como una táctica de supervivencia frente a posibles depredadores.
Para sobrevivir las crías de ballena tienen un gesto tan íntimo como inteligente con sus madres

Una estrategia frente al miedo

Esta especie de ballenas suele emitir llamados bien audibles a los miembros de su manada. En estos casos, las ballenas jorobadas no suelen caracterizarse por su sutileza, en la medida en que dichos llamados pueden escucharse a distancias de varios kilómetros.
Sin embargo, cuando los investigadores registraron la comunicación entre las crías y sus madres, notaron sonidos más suaves, prácticamente susurros, que solo se escuchaban a unos 100 metros.
De acuerdo a los expertos, el susurro se debe a que si se comunican como lo hacen usualmente, los depredadores, como las orcas, podrían escuchar sus conversaciones y utilizarlas para localizar a las crías y alimentarse de ellas. Además, los susurros pasan desapercibidos para aquellas ballenas que están buscando pareja.
Se trata de una comunicación única e íntima entre las madres y sus crías, algo que nunca antes se había registrado.
El desafío de la madre

De acuerdo a los expertos, la migración también es particularmente desafiante para las madres, para quienes es cada vez más difícil encontrar alimento.
Esta especie puede encontrarse en el Ártico y en la Antártida, y viajan a las áreas tropicales durante el invierno para reproducirse.
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