Otro paso atrás: la Junta escolar de Virginia lucha contra el Tribunal Supremo negando derechos a un estudiante transgénero

Hoy hemos sabido de un acto injusto y poco coherente por parte de la Junta escolar de Virginia en Estados Unidos. Y es que el pasado miércoles alzó su voz contra el Tribunal supremo para mostrar su desacuerdo con una orden que simplemente aboga por la coherencia.

En el centro de la polémica, el estudiante transgénero  Gavin Grimm, al que la Junta escolar parece querer negarle un derecho coherente y normal: que utilice el baño y vestuario que se corresponden con su verdadero género y naturaleza.

Gabin, el joven de 17 años de edad nació con sexo femenino pero se identificó rápidamente y desde siempre con el masculino. El Tribunal Supremo emitió una orden justa y normal en la que indicaba que debía usar los vestuarios de los chicos, de acuerdo con su género, pero la Junta Escolar del Condado de Gloucester, reaccionó solicitando de inmediato el bloqueo de esta orden.

Alegan que Gabin Grimm nació como chica y ese es el lugar que le corresponde en baños y vestuarios.

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La ACLU presentó una demanda contra la Junta escolar en nombre de Grimm y el jurado falló a su favor determinando que era correcto que compartiera vestuarios con los chicos y tras un camino de juicios y alegatos por parte de tribunales menores y jueces que defendían al joven, simplemente se ratificó esta orden. Pero la junta de Gloucester persiste en su desacuerdo alegando viejos valores y supuesta sensatez en la historia de los colegios de Virginia, que siempre han separado por sexos a sus alumnos y no conciben la posible desnudez entre ellos cuando son de un sexo biológico opuesto, hecho que por descontado no tiene en cuenta los sentimientos y la verdadera naturaleza de sus estudiantes.

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Apelando al artículo IX de la Constitución que aboga por los derechos de cualquier estadounidense independientemente de su sexualidad, Grimm sigue con su lucha para en ningún caso ser discriminado respecto a actividad alguna o al uso de instalaciones financiadas por el estado, tal y como la ley especifica. Cada pequeño paso que se da frente a cualquier tipo de discriminación es realmente una enorme zancada. Esperamos que el joven Gabin gane esta lucha y no tenga que sufrir ni el más mínimo ápice de injusticia.

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