Siendo la tercera ciudad más grande de la República Checa, Ostrava es también una de las zonas más pobladas e importantes del país, después de Praga. Ubicada cerca de la frontera con Polonia, esta ciudad sirve también como centro administrativo de la Región Moravia-Silesia y de la Municipalidad.
Ostrava, el corazón de acero de la República Checa


Ostrava fue candidato por el título de Capital de Cultura Europea, pero quedó en segundo puesto detrás de Pilsen, también dentro de la República Checa.
Influencia histórica
Ostrava se ubica en la confluencia de los ríos Ostravice, Oder, Lučina y Opava. Su historia y crecimiento se vieron ampliamente afectados por la explotación y uso del carbón negro de alta calidad descubierto en la localidad como materia prima, dando así un aspecto industrial a la ciudad, además del sobrenombre “el corazón de acero de la República” durante la era comunista de Checoslovaquia.
Ostrava recibió su nombre por el río Ostrá, que hoy en día se llama Ostravice.
Aunque la ciudad no es la más popular en lo que se refiere a turismo dentro del país, hay muchísimos lugares para visitar que son más bellos que las atracciones típicas de la República Checa, como el área menor de Víktrovice, la Mina Michal, y el Parque Landek con su Museo de Minería.
Un lugar dentro de la ciudad que se está volviendo muy concurrido últimamente por el público joven es la Calle Stodolní, que es en realidad un conjunto de calles llenas de tiendas comerciales, bares, pubs, y restaurantes, que recibe centenares de visitas cada semana por la noche. Además, aquellos que disfruten las fiestas y festivales pueden asistir al Colores de Ostrava, un festival de música que se hace a mitad de año y que trae a muchos artistas de renombre.
Recorridos naturales
La Torre de Observación New City Hall es la favorita de todo aquel que visite Ostrava por sus fantásticos paisajes, ya que nos deja ver la ciudad de forma panorámica gracias a sus 72 metros de altura. El Castillo Silesio Ostravo es un destino histórico de primera, construido en el siglo XIII, para en 1534 ser transformado en una casona renacentista.
Fue restaurado recientemente luego de que la minería de carbón dilapidara el suelo del castillo. Hoy en día es uno de los destinos turísticos más importantes de Europa, e incluso fue hogar del Colores de Ostrava en 2007.

Uno de los sitios más bizarros para visitar dentro de la ciudad es el Ema Heap, una montaña hecha de desechos y tierra que mide al menos 82 hectáreas y tiene cuatro mil metros cúbicos de escombros. La temperatura interna de la montaña es de unos aproximados 1500ºC, lo que crea un hábitat bastante favorable para especies exóticas de flora y fauna locales.
Si quieren visitar este extraño sitio, recomendamos que sigan el camino marcado con amarillo, o podrían tener problemas.
¿Qué les parece Ostrava? ¿Conocían este lugar dentro de la República Checa?







