Omán es un país que ha mostrado un crecimiento formidable desde que el Sultán Qaboos asumió el poder en 1970. Estamos hablando que en sus inicios el país contaba con 5km de vías públicas, un hospital y tres escuelas para hombres.
Omán y la belleza del mundo árabe

Hoy, gracias a un ambicioso programa de modernización financiado por el petróleo, los caminos se han construido a lo largo de todo el territorio, las escuelas (para ambos géneros) son más de mil y la población cuenta con educación y programas de salud gratuitos.

Hoy Omán es un país que le da la bienvenida a los turistas, y hay varios lugares que son atractivos para el turista que no se conforma. Muscat, su ciudad capital, es una ciudad moderna que recientemente abrió una casa de ópera y varios museos.
Si lo que quieres es probar la sensación de Arabia antigua, puedes ir a la sección del barrio antiguo que cuenta con dos puertos portugueses que en su época sirvieron como fortaleza, Mirani y Jalali, que dan vista a la bahía de Muscat y Al Alam, uno de los ocho palacios del Sultán.

La Gran Mezquita de Azaiba es una belleza arquitectónica. El edificio está tapizado por una alfombra gigante de 5,000 metros cuadrados, que tomó cuatro años para ser tejido por seiscientas mujeres. Sobre las cabezas de los visitantes cuelga un candelabro gigante de ocho toneladas y 1.122 bombillos.
A quince minutos de la vieja Muscat se encuentra Muttrah. Ahí podrás visitar el Souk (mercado) más antiguo de Omán, donde puedes comprar vasijas para el café y janyares, dagas tradicionales de Omán y parte de la vestimenta tradicional del país.
Lo recomendable es visitar el país en la temporada de clima templado, de octubre a marzo, cuando la temperatura varía de 25 a 36 grados.







