Nuevos humanos, futuros extraterrestres: ¿Cómo sería nacer en el espacio, fuera de la Tierra?

Científicos tan destacados como Stephen Hawking señalan que el futuro de la raza humana está en colonizar otro planeta y eso implica no solo acondicionarlo para nuestras necesidades, sino que también para que allí vean la luz las nuevas generaciones, es decir, que nazcan niños en el espacio, en un entorno totalmente diferente al de la Tierra.

Una cosa es irse a vivir fuera de la Tierra y otra cosa es nacer en el espacio exterior. Hoy queremos contarte cómo sería llegar al mundo cuando el mundo no es la Tierra según las teorías que los científicos manejan.

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¿Es posible un embarazo y nacimiento en el espacio exterior?

Hasta el momento, pese a que más de 500 personas, hombres y mujeres, ya salieron de la Tierra en diversas misiones espaciales, no se tienen registros de bebés nacidos en el espacio exterior o embarazos producidos fuera de la órbita terrestre. No obstante, todo indica que ya es momento de que la humanidad se convierta en una especie extraterrestre.

El poder concebir un bebé en ambientes con escasa gravedad ya es difícil, pero no imposible. De todas maneras, lamentablemente, si una astronauta llega a quedar embarazada hoy, en el espacio exterior, las posibilidades de que su embarazo llegue a fin no son muy alentadoras.

Pese a ello,  teóricamente, es posible un embarazo y posterior nacimiento de un bebé en el espacio exterior. Es más, de hecho,  experimentos con animales embarazados llevados al espacio terminaron con el nacimiento de crías, aunque con múltiples complicaciones.

En el caso de los humanos solo se puede teorizar sobre cómo sería un bebé nacido en el espacio exterior, pero los expertos tienen varias teorías interesantes.

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Ser extraterrestre: ¿Cómo sería nacer en el espacio?

Una pregunta teórica que tiene una respuesta igualmente hipotética, aunque es probable que más pronto que tarde se experimenten embarazos en el esfuerzo de crear una colonia humana, de momento, en planetas como Marte.

Hay dos grandes enemigos para el bebé en la gestación: La falta de gravedad y la radiación. Si bien hay trajes que podrían proteger a la madre y el feto, un embrión demasiado pequeño sería muy susceptible a la poca radiación que logre traspasar las barreras y en una etapa temprana de gestación estaría expuesto a mutaciones.

A la radiación hay que sumarle el efecto de la gravedad cero sobre el cuerpo humano, sobre todo un organismo que está pasando por los cambios físicos y hormonales propios del embarazo y tal sangre no fluye normalmente, lo más probable es que el líquido amniótico sufra la misma suerte.

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Los astronautas pierden masa muscular, lo que complicaría el parto y el esfuerzo que hace el bebé para ir cambiando de posición mientras se prepara para nacer.

Si el bebé nace vivo, tendría que ser mediante cesárea y no de forma natural, sino que tendrían que buscar una forma de operar que evitara que los órganos y sangre de la madre, así como también el cuerpo del bebé, no sucumban al efecto de la gravedad.

Este bebé probablemente presentaría defectos de nacimiento producto de la radiación a la que estuvo expuesto desde que fue un cigoto y no tendría el tamaño y peso normal de un niño recién nacido en la Tierra.

Este bajo peso y los problemas de desarrollo normal en útero también le harían tener una masa muscular menor a la normal y efectos sobre sus huesos por lo que se requeriría intervención inmediata para hacerle desarrollar masa muscular y huesos más fuertes.

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Por más que se intente aumentar su masa muscular y fortaleza de sus huesos, se prevé la existencia de deformidades y un crecimiento irregular con un cuerpo desproporcionado.

Si ese bebé logra superar su infancia y llegar a la edad adulta lo más probable según los científicos es que sea infértil producto de la radiación a la que estuvo expuesto desde antes de nacer.

Podemos concluir que, al menos teóricamente ,existe la posibilidad de que un bebé nazca en el espacio exterior, pero las condiciones actuales harían muy difícil su supervivencia, tanto por el ambiente como también por los defectos que se darían mientras está en el útero materno.

Si se quiere colonizar un planeta, es necesario que los colonos espaciales puedan reproducirse y dar paso a nuevas generaciones, por lo que el desafío de los expertos en diferentes ciencias es dar con avances tecnológicos que permitan un embarazo y desarrollo sano, logrando colonizar así efectivamente un planeta donde los humanos podamos vivir tras la hipotética destrucción de la Tierra.

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