Diversos países están luchando para reducir el índice de contagios de coronavirus.
Nueva Zelanda logró aplanar la curva de contagio del coronavirus con una efectiva estrategia
Por:Daniela Flores
En algunas regiones la situación sigue siendo crítica, como es el caso de Estados Unidos. En otras, como Alemania, ya se preparan para restablecer gradualmente sus actividades económicas.
Por su parte, Nueva Zelanda ha recibido reconocimiento mundial, ya que ha logrado aplanar la curva de contagio. ¿Qué medidas se tomaron para conseguirlo?
Al igual que en otras naciones, Nueva Zelanda implementó un estado de cuarentena para sus ciudadanos.
Fue el día 23 de marzo que la primera ministra, Jacinda Ardern, decretó un mes de encierro total, por lo que se prohibió a los habitantes ir a la playa o a cualquier sitio público.
También se cerraron los negocios con actividad no esencial, como bares y restaurantes. Los pobladores sólo pueden salir para adquirir alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas, manteniendo siempre una distancia de 2 metros entre cada individuo.
Todos los habitantes recibieron un mensaje en su celular, donde se les pidió que no salieran de casa si sus labores no son primordiales; es decir, si no trabajan en los servicios médicos, de emergencia o en el transporte público, entre otros.
Además, a pesar de que este país recibe una gran cantidad de turistas al año, se decidió cerrar sus fronteras desde el 19 de marzo.
A la vez, se les pidió a los ciudadanos que habían viajado a regiones con casos de COVID-19 que se aislaran en casa durante 14 días, aún si no presentaban ningún síntoma.
Nueva Zelanda presentó el primer caso de coronavirus el 28 de febrero (el mismo día que México) y hasta ahora registra un total de 1210 casos, de los cuales 927 siguen activos, y sólo se ha presentado 1 deceso, según información de la Universidad Johns Hopkins.
¿Qué fue lo que ayudó a Nueva Zelanda?
Nueva Zelanda presenta ciertas ventajas ante otras naciones. Una de ellas es que es un país pequeño, ya que tiene una población de 4.794 millones de habitantes, aproximadamente.
Asimismo, el cierre de fronteras permitió que los contagios importados se redujeran, lo que tuvo una significativa diferencia respecto a países como Italia, España y Estados Unidos, según un reportaje del Washington Post.
Pero lo que realmente ayudó fue la participación ciudadana. Fueron pocas las personas que no acataron las órdenes de cuarentena, y éstas mismas fueron denunciadas con la policía, lo que permitió un mayor control.
Gracias a la respuesta de la gente, la transmisión local es baja, lo que ha hecho que el sistema de salud no se vea rebasado.
Nueva Zelanda se ha propuesto no sólo frenar la enfermedad, sino eliminarla por completo, y parece ser que va por un buen camino.
En definitiva, las acciones individuales tienen un gran impacto. Es por eso que debemos permanecer en casa y sólo salir cuando sea realmente necesario.
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