De seguro has visto su rostro reconstruido en las portadas de revistas de noticias en tu país, donde ha sido reseñada en primera página como la “Eva Africana”. Ella vivió en África, cerca de 200.000 años atrás, y es nada más ni nada menos que la abuela de todos, -con unos diez mil “tátara” antes del “abuela” -.
Nuestra "Madre" africana: ancestro común de la humanidad

Ahora pues, esto no significa que este ancestro común de todos nosotros haya contribuido con un monto desproporcionado de nuestra ascendencia, ni tampoco que ella haya sido la primera mujer humana, o que haya sido la única mujer viva en aquel tiempo que posee descendencia hoy día. Pero si tú pudieras rastrear hacia arriba tu árbol genealógico desde la mamá de tu mamá, a la mamá de la mamá de tu mamá y así por unas 6.000 a 20.000 generaciones, eventualmente encontrarías a esta mujer.
Y del mismo modo, todos los demás en la faz de la tierra, si pudieran rastrear su ascendencia femenina de igual forma, hallarían a la misma mujer. Todo ser humano en la Tierra es pariente de ella.
Fue un grupo de investigación en Berkeley quien dedujo nuestro ancestro común africano comparando ADN mitocondrial de 147 mujeres de diferentes orígenes: Europeo, Africano, Asiático, Australiano y de Nueva Guinea. Como regla general, las diferencias dentro de la misma raza fueron mucho mayores que las diferencias entre ellas.

Cuando los diferentes ADN fueron ordenados en una especie de árbol familiar, con los ADN más similares tratados como si tuvieran el ancestro común más reciente, la rama más antigua guió a una bifurcación entre un grupo encontrado sólo en África y otro grupo con representantes de los 5 orígenes (incluyendo África). Esto sugiere de manera muy sólida que la primera bifurcación de nuestro árbol familiar tomó lugar en el único sitio del que sobrevivieron descendientes de ambos grupos: África.
El monto total de diferencia entre las 147 mujeres sugiere la existencia de un ancestro común que vivió entre 140,000 y 290,000 años atrás. Tomando en cuenta que una parte de su descendencia parece haber sobrevivido sólo en África, es el sitio más probable donde “Eva” vivió.









