Por múltiples motivos históricos, por sus bellísimas costas, por su hermosa campiña y sus espléndidas ciudades es que la gran región del noroeste de Francia, conocida como Normandía, se convirtió en una celebridad mundial. En sus costas ( Pointe du Hoc, Gold, Juno, Utah, Sword y Omaha Beach) se produjo el famoso desembarco del Día D, durante la Segunda Guerra Mundial y frente a ellas, elevándose sobre las aguas, está el Monte Saint-Michel, ícono del catolicismo desde la Edad Media.
Normandía: una celebridad mundial

Una paz corporizada
Un gran campo verde se extiende entre el mar y los bosques. En la época de floración de los manzanos su belleza se vuelve indescriptible. Todos sus productos son bien reconocidos: los quesos, las cremas, las sidras, las verduras, las frutas, las aves, los pescados, los mariscos; la gastronomía de la región es deliciosa y abundante. No se puede no comer si nos sientan ante un plato apetitoso y bien servido. Dos recomendaciones, ambas imperdibles: Probar la Tarta de Manzanas y visitar las destilerías de sidra.

En Normandía podemos tendernos bajo el sol en la playa, realizar múltiples actividades deportivas o dedicarnos al turismo rural. La cultura ocupa también un lugar de privilegio, como cuna del Impresionismo Francés se comenzó a realizar allí un festival anual que rinde homenaje a esa bella corriente pictórica.
Catedrales, museos y castillos
En la ciudad de Bayeux, la primera en ser liberada luego del desembarco, podremos visitar su Catedral de Notre-Dame, el Museo Baron Gérard y el Museo de la Tapicería. En Cherbourg una exposición dedicada íntegramente al Titanic comienza en la antigua sala de equipajes de la estación marítima y se extiende por un predio de 2.500 metros cuadrados. En su “Ciudad del Mar” se puede ingresar al submarino, accesible al público, más grande del mundo y hasta manejar sus comandos; cuenta, además, con un acuario de once metros de profundidad dedicado a la fauna abisal. En Val-de-Reuil hay un gran parque zoológico e invernadero tropical de 6.000 metros cuadrados.

Son tantos los bellos lugares, los apacibles paisajes, los grandes castillos ( Harcourt, Dieppe, Falaise, Caen)... todo en Normandía es extraordinario. El inmenso puerto de Le Havre; el cabo rocoso de La Hague; el Valle del Sena; la Costa de Alabastro con su imponente altura (alguna vez separada de los blancos acantilados de Dover, Inglaterra, por las fuerzas de la naturaleza); Honfleur y su Museo de Eugène Boudin; Barfleur; Deauville (ciudad balnearia por excelencia y con su propio Festival de Cine); Étretat; Vauville ; Giverny con el Museo de los Impresionistas y los Jardines de Claude Monet; Rouen y su Museo de Bellas Artes; Alençon y sus bordados; Camembert y sus quesos...
Es tanto lo que se puede ver y disfrutar en Normandía, su arte, su música, su gastronomía, sus paisajes y todo dentro de un marco de agradable amabilidad, porque allí la gente es feliz y es lógico, no podría ser de otra manera.
¿Han visitado alguna vez Normandía? ¿Querrían recorrer esta gran región?







