¿Quién no quisiera pasar aunque sea solo una noche en el hotel más caro de Europa? Y no por el hecho de ser el más caro, sino por el motivo por el que se lleva ese título: todo lo que ofrece y la manera en lo que lo ofrece. Es increíble pensar que pueda existir un lugar de este tipo, que pareciera estar diseñado por el mismísimo Genio de Aladino, allí todo deseo (y no solo 3) parecieran ser concedidos. Creo que no hay cosa que se pida que no la ofrezca este lujoso hotel. Claro está siempre hablando en “términos materiales”, que nunca está de más decir, no son la receta de la felicidad. Pero aceptemos que un nadie puede sentirse infeliz disfrutando de un fin de semana allí.
Nada le falta al hotel más caro de Europa: lujo, confort y exclusividad


En la Riviera turca es dónde se encuentra este hotel que lleva el nombre de Mardan Palace, es que a simple vista no aparenta menos que un gran palacio imperial. Y si eso solo lo aparenta desde su exterior, esperen a ver todo lo que incluye dentro. Palabras como lujo, confort, ostentación, belleza y exclusividad no sobran para describir a este hotel.
Su arquitectura se inspira en el arte otomano, aunque el origen de este hotel fue capricho de Telman Tsmilov, un multimillonario ruso que quizo que su hotel se hiciera a homenajeando, o mejor dicho imitando a la el ícono de la arquitectura de lo que quedó del Imperio Otomano, el Dolmabchce Palace, ubicado en Estambul, Turquía. Hay que tener en cuenta que llevar a la práctica este capricho le costó aproximadamente 1 billón y medio de dólares.
El Mardan Palace Hotel cuenta con un total de 560 habitaciones. Las standard rondan los €250, mientras que las “ suites reales” alcanzan los €14 mil, dado que cuentan con mesas de pool, un gran piano, TV de enormes dimensiones y un baño con control remoto, entre otras tantas cosas.
Toda descripción queda corta tras ver las imágenes, por eso aquí dejo algunas.











