El hermoso pueblo de Medjugorje (o Međugorje), ubicado en el sudoeste de Bosnia y Herzegovina, recibió en junio de 1981 un mensaje de la Virgen María, quien se apareció ante unos jóvenes que fueron los encargados de difundirlo. A sólo 200 metros sobre el nivel del mar, Medugorje está, como su mismo nombre lo indica en lengua croata, "entre montañas", las cuales brindan un marco adecuado a su bella sencillez.
Medjugorje: un pueblo milagroso entre montañas

La Paz ante todo
Dos son los montes principales, el Krizevac y el Podbrdo; en este último es donde tuvieron lugar las apariciones marianas y sobre la cima del primero se destaca una enorme cruz de cemento de más de ocho metros de alto, emplazada allí en la primera mitad del siglo XX. Ambos son lugares activos de peregrinación.
Los primeros en ver a la Reina de la Paz fueron dos muchachas, Ivanka y Mirjana. La aparición tenía un contorno luminoso y llevaba a un niño en sus brazos; sin poder creer lo que veían se marcharon para regresar luego con una amiga más pequeña, Milka, de tan sólo trece años, los tres conmovidos se arrodillaron para rezar. Otros amigos se les unieron pero el temor les impidió acercarse a la figura.

El día 25 regresaron y la vio primero Ivanka. Esta vez la Virgen estaba sola. Subieron la colina y al llegar cayeron sobre el terreno cubierto de piedras y zarzas aunque ninguno sufrió heridas. La joven le preguntó a la Virgen por su madre, que había fallecido unos meses antes, y la aparición le respondió que se encontraba bien, que estaba con Ella. Emocionados los jóvenes rezaron y lloraron. Los rezos fueron el Credo, 7 Padre Nuestros, 7 Ave Marías y 7 Glorias. Desde entonces ese es la manera de orar allí.
Aunque había otras personas presentes nadie vio nada, salvo a los jóvenes en oración, pero cuando regresaron a sus casas una gran luz descendió sobre el pueblo y ese fenómeno sí pudo ser visto por todos.
Un mensaje de Fe
Al tercer día los jóvenes reciben el primer mensaje celestial en medio de una gran congregación de personas (entre 2.000 y 3.000 según cálculos estimativos); unos haces de luz les muestran a todos otro monte, el Crnica, hacia el cual se dirigen. El mensaje habla de Paz, con Dios y entre los hombres, e insta a convertirse a los que aún no creen. Entonces comienzan las duras pruebas para los jovencitos, que si mienten, que si tienen alucinaciones, los interrogan las autoridades, los revisan los médicos y la Virgen continúa alentándolos a que no teman. El 28 de junio eran quince mil las personas reunidas. Les impiden ir a la colina y la Señora aparece en la Parroquia de Santiago Apóstol. El párroco los interroga más violentamente aún que la policía. El 29 ocurre la primera sanación, un pequeño discapacitado se recupera; la Virgen da mensajes de aliento e insta a la oración y a la Fe. Finalmente son varios, incluido el sacerdote, quienes la ven dentro de la Iglesia; él sufre prisión y es torturado por difundir el mensaje.

Durante la guerra, las apariciones ocurrieron en los sótanos parroquiales y la Virgen siempre se ha despedido con las mismas palabras: Gracias por haber respondido a mi llamado. Hasta el día de hoy Ella ha revelado diez secretos. Hubo hechos inexplicables, letras en el cielo, cruces que aparecen y desaparecen, fuego que no quema y hasta soles danzantes como en Fátima, todo girando en torno a la Fe de la gente.
Como siempre se ha dicho: El que quiera creer que crea.
Medugorje, una pequeña y bellísima aldea entre las montañas, con un gran mensaje para transmitir al mundo.
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