Después recorrer la antigua ciudad amurallada de Féz y sus curtiembres, por la noche tomé el tren que me llevó lentamente a Marrakech, donde visitaría el famoso mercado “ El Souqs”.
El recorrido fue extenso y el tren Diesel atravesó la Cordillera y el Atlas Medio antes de llegar a destino. Antes del alba me maravillé ante la imponente Gare de Marrakech (así le llaman a la Estación de Trenes). La más alta expresión de la arquitectura Islámica del siglo XVI predomina en esta parte del país. Un dato importante para quienes quieran visitar este lugar es que en la Gare de Marrakech desembocan todas las líneas de transporte de la ciudad.
Marruecos: Un día en el Souqs

Desayuné por unos pocos Dirham (moneda local cuyo valor es doce veces inferior al Euro) una infusión tradicional preparada con te verde, menta fresca y azúcar (bebida nacional) junto con un delicioso bocadillo de hojaldre y sfenz de frutas (dulce).
Caminé por la ciudad hacia la plaza donde tenía lugar “El Souqs”. Al llegar divisé una inmensa explanada rectangular llamada Plaza Jemaa El Fna transformada en un enorme grupo de tiendas (alrededor de 7.000) que la dividen en muchas callejuelas laberinto. Allí encontré la mayor variedad de comidas típicas pero no solo marroquí, sino también de la cocina francesa y española, entre ellos y esto es solo una opinión personal, hallé los mejores dulces del mundo.
La calidad de las bebidas como el vino es bastante buena. Las artesanías y artículos de curtiembre claramente explican por qué el vocablo español marrquinería que los define deviene de la palabra Marruecos.







