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"Los perros huelen el miedo", la ciencia responde si es mito o realidad

Publicado 24 Ago 2017 – 03:13 PM EDT | Actualizado 24 Mar 2018 – 07:24 AM EDT
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Si alguna vez te has encontrado con un perro molesto, que gruñe y ladra a las personas, es probable que te hayan dicho que no debes asustarte, pues los perros huelen el miedo y por eso atacan a la gente. A pesar de que esta creencia es muy popular, no existe ninguna evidencia científica de que sea real.

Los perros tienen un extraordinario sentido del olfato y pueden distinguir entre cientos de aromas. Incluso se les puede entrenar para detectar olores de ciertas sustancias químicas o drogas. No obstante, los componentes del sudor que se produce cuando tenemos miedo no provocan ningún estímulo especial en ellos.

Entonces, ¿por qué atacan los perros?

En entrevista para The New York Times, Katherine Albro Houpt, profesora emérita de Medicina del Comportamiento en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Cornell, comentó que las víctimas más habituales de ataques de perros son aquellas personas que se confían, es decir, dan por hecho que todos los canes son amigables y se acercan a ellos sin ninguna precaución.

Por su parte, el Médico Veterinario Zootecnista Arturo Estrada nos explicó que la mayoría de los perros atacan por instinto de defensa, es decir, asumen que la persona que intenta acercarse a ellos lo hace para agredirlos. “Si una persona se asusta con un perro y sale corriendo, el perro no lo va a atacar porque huela su miedo, más bien lo hará porque los movimientos bruscos de la persona lo alteran más. Si estás con un perro agresivo, lo mejor es quedarte quieto”, aseguró el especialistas.

¿Qué debes hacer si un perro te ataca?

Como ya lo mencionamos, lo primero que debes hacer ante un perro “bravo” es guardar la calma. Evita gritar o hacer cualquier movimiento brusco y, sobre todo, no intentes correr para escapar, pues lo más probable es que el perro te persiga. Lo ideal es permanecer quieto, con los brazos pegados al cuerpo y procurando que tu respiración sea tranquila. Es probable que el perro continúe ladrando para asustarte, sobre todo si estás invadiendo su espacio. Sin embargo, cuando note que no representas una amenaza, se alejará.

Una vez que el perro se calme, camina lentamente hacia atrás para alejarte poco a poco. No lo hagas de manera brusca ni retomes la marcha rápidamente, pues el perro lo puede interpretar como una agresión y te atacará nuevamente.

Otro punto importante es evitar el contacto visual. Cuando un perro te ladre, procura no mirarlo directo a los ojos, pues el animal percibirá esta acción como una amenaza directa. Si el perro se siente intimidado, su reacción será atacar primero para protegerse. Lo más recomendable es que bajes la vista y vigiles al perro de reojo para conocer sus movimientos.

En caso de que conozcas al perro o ya hayas convivido con él anteriormente, puedes indicarle que detenga el ataque con la palabra “¡No!”. Debes hacerlo con un tono firme y autoritario, pero sin gritar. Recuerda no mirarlo directamente a los ojos ni agitar los brazos al darle la orden.

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