Es un hecho irrefutable que los estándares de belleza femenina de las sociedades de hoy son diametralmente opuestos a la realidad. A pesar de que durante los 90 esto era mucho más extremo que en el día de hoy, es cierto que la imagen de la modelo que pesa un 25% menos que el peso promedio de la mujer normal y un 15% o 20% más delgada que lo que debería en realidad ser, causa una enorme frustración en las mujeres.
Los hombres también nos deprimimos con el 90-60-90

Curiosamente, un equipo de investigadores de la Universidad de Missouri llevó a cabo un estudio con hombres para ver qué efecto tenían sobre su autoestima las imágenes de hombres musculosos que vemos en las revistas como Maxim, FHM o Stuff. Paradójicamente, éstos se mostraban indiferentes ante estas imágenes, y eran las de mujeres idealizadas las que los hacían sentir frustrados.
Aplicando un cuestionario referente a la autoestima de estos individuos, los científicos lograron comprobar que en lugar de sentir frustración al compararse con estos individuos, los hombres se sentían deprimidos al ver a las mujeres, probablemente por no sentirse a su altura para conquistarlas.
Vamos, todos sabemos que Victoria Beckham es un holograma y que no puede existir una mujer así. Los medios la han inventado, al igual que a Carla Bruni o a la misma princesa Letizia (por más que resulte espantosa a la vista del amante del buen gusto). El concepto de belleza que manejamos es irreal, y las mujeres normales sí que lo sufren. Aparentemente los hombres también pagamos ese costo.
Vía | Physorg









