Los gatos no pueden saborear lo dulce, según la ciencia

Algunos de nosotros no podemos concebir un mundo sin dulces. Comer helado cuando estamos tristes nos devuelve la alegría de inmediato, las películas no se ven iguales sin un paquete de palomitas en la mano y jamás podríamos dejar de lado el chocolate. Pero los gatos, como con casi todo lo demás, se muestran indiferentes hacia nuestras golosinas.

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Claro, hay algunos dueños que les dan Nutella a sus mascotas y ellos lamen las cucharas alegremente, pero en realidad no deberíamos hacer eso. Verás, los felinos son los únicos mamíferos incapaces de saborear el dulce.

Hipercarnívoros

Los animales no son como las personas. Podemos pensar que tu gato va a ser feliz si come las cosas que tú consumes y así les terminamos dando comida de humanos o peor aún: comida vegetariana. Pero, a diferencia de nosotros, a ellos solo les interesa una cosa: la carne.

Los gatos son  seres carnívoros y nuestra tendencia a tratarlos como personitas de cuatro patas les puede hacer mal. De hecho, son tan distintos que sus papilas gustativas son incapaces de captar ciertos sabores que nosotros sí. Las lenguas de la mayoría de los mamíferos tienen receptores de sabor, las proteínas que envían las señales al cerebro cuando saboreamos un alimento. Nosotros podemos disfrutar de cinco sabores distintos: ácido, amargo, salado, umami y dulce.

Eso lo sabemos, pero ahora viene lo complicado, el receptor que nos indica cuando algo es dulce está compuesto por dos proteínas que son generadas por dos genes distintos, conocidos como Tas1r2 y Tas1r3. Cuando comemos algo dulce, estos dos genes forman las proteínas y envían la información al cerebro porque los dulces son señal de carbohidratos, algo indispensable en la dieta de un buen omnívoro. 

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Sin embargo, el caso de los gatos es distinto. En 2005 los investigadores Xia Li y Joseph Brand descubrieron que los felinos tienen una versión inútil del gen Tas1r2 y, por lo tanto, no son capaces de saborear las cosas dulces. Como su dieta está compuesta enteramente por carne y no necesitan carbohidratos para sobrevivir, la evolución hizo su trabajo y con el paso del tiempo dejaron de percibir el dulce de los alimentos.

Así que la próxima vez que vayas a compartir una cucharada de helado con tu mascota recuerda que no puede saborearla. No te sientas mal por él, por su salud es mejor que no pueda hacerlo. A los gatos también les falta una enzima clave para digerir el azúcar y los carbohidratos. Por eso, según Brand, es que hay tantos casos de felinos con diabetes, porque la gran mayoría de los alimentos para mascotas están hechos con harina y a los animales les hace mal. 

A tu gato no le interesan para nada tus chocolates, pero los científicos comprobaron que los perros sí saborean los dulces, así que ten cuidado cuando dejes tus golosinas en la casa.