Los castillos de Escocia

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Muchos de nosotros miramos fascinados todo lo que rodea a la realeza. Otros creen que las monarquías están en decadencia. Sin embargo, sin importar nuestro punto de vista al respecto, hay algo que está muy claro: los castillos jamás pasan de moda. Escocia tiene como atractivos sus maravillosos castillos, convirtiéndose en tal vez los mejores escenarios de historia, naturaleza y paisaje escocés.

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El castillo de Dirleton se encuentra cerca de Edimburgo. Emplazado en el corazón de las tierras fértiles que antes conformaban la baronía de Dirleton. Desde su fortaleza se vigilaba el puerto de North Berwick para evitar la invasión inglesa a Edimburgo.

No nos vamos a encontrar a Mel Gibson, pero en las increíbles ruinas del Castillo de Dunnottar podremos ver dónde se filmó Hamlet. La costa de este de Escocia, llena de acantilados frente al Mar del Norte sirve de marco perfecto para este castillo construido en 1392. En su extenso patio tiene una serie de edificios que albergaron uno de los salones de baile más importantes del país.

Los mejores tapices de Escocia se encuentran en el Castillo de Stirling, ubicado sobre una colina en la ciudad del mismo nombre. Este edificio guarda mucha historia escocesa, el hijo del Rey Enrique, Jaime VI, fue bautizado en su capilla real en 1594.

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Salidos como de un cuento de hadas, cada uno de ellos se merece una visita donde por unos minutos sentiremos parte de la historia y realeza de este país sin tener que recurrir a la famosa pollera escocesa.

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