Ser albino puede ser realmente peligroso en todo el mundo —el 98 % de los albinos en Tanzania mueren de cáncer de piel antes de los 40 años—, pero en África el cáncer no es el peor terror de estas personas. El peligro está en su propia casa y, por supuesto, también afuera. Pero, ¿por qué? Porque en África los albinos son estigmatizados y, además, son asesinados o agredidos porque se cree que algunas partes de su cuerpo pueden dar buena suerte. Incluso, existe la creencia que los huesos de los albinos contienen oro.
Los albinos de Tanzania solo se sienten seguros en un lugar

En Tanzania, 161 personas albinas sufrieron ataques y 76 fueron asesinados en los últimos años. Si bien ser albino es peligroso en todo África, Tanzania se convirtió en el país más peligroso para vivir. Pero, los albinos de Tanzania encontraron un lugar donde están medianamente seguros y donde asesinarlos puede ser más difícil que en cualquier otro lado.
Una isla lejana

Una isla en Tanzania parece ser la solución para los albinos africanos. La isla Ukerewe está ajena de todo tipo de agresión hacia ellos: «Hubo momentos en que me daba miedo, pero ahora puedo dormir por la noche sin tener un arma bajo mi almohada», manifestó Alphonce Yakobo de 57 años. «Ahora estamos seguros porque estamos rodeados de agua; nadie puede cometer un crimen y escapar fácilmente», agregó. Y es que la lejanía les ha permitido sobrevivir.
El presidente de la comunidad albina de Ukerewe contó que «nunca hemos tenido un asesinato albino» en esta isla. Y por eso se convirtió en el destino elegido por los albinos. Solo allí pueden vivir en paz y sin tener miedo.
Ser rechazado por tu propia familia

Niño de Tanzania que fue agredido para quitarle su brazo. Hoy está feliz y sano en Estados Unidos.
Christina Wagulu vive en la isla. Pero antes de llegar allí tuvo una vida muy complicada: «Fui rechazada por mi padre. Mis tíos amenazaron con matarme debido a mi condición. Los hombres me estigmatizan y no se enamoran de mí», contó a la CNN.
Junto a ella viven 74 albinos en la isla. «Siempre he tenido una vida muy solitaria. Hasta que encontré un novio que tiene albinismo como yo», pero no solo encontró una pareja, también encontró amigos y, sobre todo, encontró un lugar donde sentirse segura.






