Los 6 datos más sorprendentes sobre la muerte

Impredecible, implacable e inevitable, estos son algunos datos sorprendentes sobre la parca que quizá no conocías.

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1. Tipos de muerte

Por ahora podemos decir que todavía las principales causa de muerte en el mundo son naturales. Tan solo las insuficiencias cardiacas fueron responsables del 15 % de la mortandad a nivel mundial en el año 2015. Los accidentes cerebrovasculares quedaron en el segundo lugar de este indeseable podio, en el que la triste medalla de bronce se la llevan las enfermedades respiratorias.

2. Miedo a la muerte puede matarte

Está comprobado que un aumento súbito de adrenalina provocado por un aterrador miedo a perder la vida puede terminar en un ataque cardiaco. La adrenalina bombeada a través del cuerpo evita que los músculos del corazón se relajen, lo que puede desencadenar una arritmia o incluso un ataque fulminante. Las probabilidades de un fallo cardiaco aumentan si la persona afectada sufre del corazón.

3. Luz al final del túnel

Aunque la comunidad científica es escéptica con respecto al tema, puede que haya algo de cierto en eso de que al morir todavía puede quedar un mínimo estado de conciencia en la persona, coloquialmente la famosa « luz al final del túnel» Estudios realizados en 2011 detectaron actividad cerebral en ratones hasta 4 segundos después de que fueran decapitados. Sin duda un importante dato para una teoría casi imposible de comprobar.

4. Muertes insólitas

Hay muertes cuya mayor probabilidad de ocurrencia te parecerá  increíble al compararla con otras igual de horribles, pero que lucen más factibles. Es más probable morir por el impacto de un coco en la cabeza que por un ataque de tiburón. Incluso, existen más probabilidades de morir por la arremetida de una vaca o de unas abejas que por un ataque escualo.

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5. Rigor mortis

El rigor mortis es un cambio químico corporal que se caracteriza por un estado de rigidez e inflexibilidad en las extremidades de un cadáver. El efecto suele aparecer en las extremidades entre 3 y 4 horas después de la muerte clínica y tras 12 horas se manifiesta en todo el cuerpo.

6. Festín bacteriano

En el preciso momento en el que el sistema inmunológico humano deja de funcionar, las bacterias y microbios que habían convivido en armonía dentro del cuerpo, comienzan a hacer estragos devorándolo todo de adentro hacia afuera. Afortunadamente, ya la conciencia no está presente para sentirlo.