Lo más retorcido que verás hoy: en la Edad Media las brujas robaban el miembro masculino para conservarlo de mascota

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Desde los comienzos de la historia, los hombres se han caracterizado por tener una exagerada e irracional preocupación por su principal miembro reproductivo. Si bien se conoce a la castración como una de la torturas antiguas más aterradoras para el sexo masculino, existe un mito incluso más siniestro y retorcido que cualquier otro: se dice que en la época de brujas, estas robaban el pene de los hombres y los conservaban como mascotas.

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¿De qué se trataban?

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La descripción más clara de esta práctica se puede encontrar en el manual de cacería Malleus Maleficarum del siglo XV escrito por Heinrich Kramer. Muchos historiadores lo describen como uno de los libros más desagradables y terroríficos que atribuye a las brujas crímenes como la copulación con el diablo, abortos proxenetas, provocación de esterilidad, asesinato de fetos y el impedimento de las relaciones sexuales entre matrimonios.

¿Quién dijo que en los árboles solo crecen frutos?

En la Edad Media se creía que las brujas tenían poderes mágicos para afectar las capacidades del pene. Según cuenta el libro Malleus Maleficarum habían diferentes formas en que las brujas mágicamente hacían desaparecer el pene en los hombres. Un método era a través de la simple desaparición del genital del cuerpo masculino y otro, más difícil de imaginar, cuenta que las brujas quitaban el pene del cuerpo y lo guardaban como mascota, incluso lo alimentaban con cereales y granos.

Según un informe publicado en la revista Journal of Sexual Medicine, los árboles de falos eran un fenómeno muy común entre los siglos XIII y XVI en Europa. Logicamente no significa que estos crecieran en los árboles, sino que eran las brujas quienes se encargaban de depositarlos allí en jaulas.

Las pruebas vivientes

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Tal es así que se encontró un manuscrito de origen francés del siglo XIV que contiene la imagen de dos monjas sembrando penes de un árbol y guardándolos en su túnica. También se hallaron murales (hoy conservados en museos) que retratan a mujeres recogiendo miembros masculinos como una actividad de lo más común.

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¿Qué opinas sobre estas oscuras y escalofriantes prácticas? Pues... cuesta creerlas y de seguro nadie hubiera disfrutado vivir en esta época, especialmente los hombres.