¿Las personas sin hijos son más felices?

Horas sin dormir, días ajetreados, tareas, vacunas, visitas al doctor, actividades extraescolares, peleas, llantos, miedos, celos, más llantos… ser padres es un trabajo de 24 horas al día, los 365 días del año. No hay descanso y cualquier ser humano que asuma esa tarea debe saber que se trata de una responsabilidad de por vida. Pensado así pareciera que las parejas sin hijos son más felices que las que los tienen, pero un nuevo estudio científico desmitifica esta creencia popular.

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Una nueva investigación realizada por la Universidad de Princeton y la Universidad de Stony Brook, señala que las personas con hijos se sienten igual de satisfechas que aquellas que no los tienen, aunque sufren de más altibajos. Es fácil comprenderlo, ya que tienen mayores responsabilidades.

En el estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science, los especialistas aseguran que existen muy pocas diferencias entre la satisfacción que sienten respecto a su vida quienes tienen hijos y quienes no, una vez que se descartan otros factores, como el ingreso, la educación, la religión y la salud.

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Tener hijos o no tenerlos, la decisión es la clave

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Una vez que fueron eliminados otros factores, los investigadores no encontraron diferencia en el grado de satisfacción que ambos grupos sentían respecto a su vida. Lo explican con un ejemplo simple: "Yo elijo una naranja porque me gustan las naranjas, tu eliges una manzana porque te gustan las manzanas. No hay razón para pensar que tu experiencia es mejor que la mía", aseguran.

"La naranja es diferente a las manzanas. Tener hijos es diferente a no tenerlos. No significa que uno sea mejor que otro". El estudio analiza una encuesta a 1 800 000 estadounidenses y descubrieron que hay una diferencia entre quienes tienen hijos y quienes no: los padres tienden a experimentar más altibajos. 

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Alegrías y problemas más intensos

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Una de las personas encuestadas dijo que ver crecer a sus hijos era el mayor gozo en su vida, pero también aseguró que el hecho de querer darles una buena vida a todos ellos causa un gran estrés que agrega tensión al matrimonio. En este sentido, las parejas sin niños son más felices con su relación y con sus parejas.

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En el caso de los matrimonios con hijos, las madres dijeron que sus hijos son lo más importante de sus vidas y los padres dijeron que su pareja es lo más importante. Esto no significa que las relaciones no funcionen, sino que existen distintas prioridades.

A pesar de estos problemas en la pareja, las madres manifestaron estar "considerablemente más felices con la vida" que cualquier otro grupo, incluidas las mujeres que no tienen hijos. Esta satisfacción tiene lógica, ya que estas mujeres dijeron que los niños eran lo más importante en su vida.

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No necesitas tiempo, solo buenos gestos

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Los autores descubrieron que los pequeños actos de amabilidad hacen que estas parejas se sientan más valoradas. Algo tan simple como decir “te amo”, desear un buen día, o llevar una taza de té a la cama para tu pareja puede ayudarte a mejorar una relación.

Aunque parezca muy distinto, la relación de pareja se asemeja mucho a cualquier otra relación. Si conoces a la otra persona, sus gustos y preferencias, las cosas que la hacen enfadar o aquellas que simplemente pueden alegrarle el día, tienes la información necesaria para lograr una convivencia más feliz. La rutina puede ser muy aburrida; pero algunos simples gestos pueden hacer que todo sea más fácil.

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