Las lombrices de la NASA lo sugieren: podríamos mudarnos a Marte

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La idea de mudarnos a una colonia en Marte sobrevuela nuestras mentes hace varios años, sobre todo debido a que es el planeta del sistema solar que tenemos más cerca. Frente a esto, conocer cómo ese hábitat interacciona con los animales terrestres es de vital importancia. La buena noticia, en ese caso, es que las lombrices podrían ser capaces de adaptarse asombrosamente bien. 

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Lombrices en suelo marciano 

Para esta prueba, la NASA creó una imitación del suelo marciano. Las lombrices, entonces, fueron liberadas en él. La idea era conocer cómo era su comportamiento en ese suelo. 

Primero, las lombrices fueron probadas en torno a varias plantas de rúcula. La rúcula fue más tarde fertilizada con estiércol de cerdo. Entonces, los investigadores descubrieron que las lombrices estaban activas. En concreto, estaban colaborando con la formación de un suelo más habitable para la rúcula, como lo hacen en la Tierra, mientras el estiércol fomentaba el crecimiento, como un fertilizante natural. 

No obstante los resultados anteriores, hubo otro descubrimiento tan maravilloso como inesperado: las lombrices tuvieron descendencia. Mientras los especialistas revisaban la tierra, descubrieron que habían lombrices recién nacidas. En resumen, el suelo marciano, más allá de sus diferencias, podría albergar tanto la vida de lombrices como de rúcula u otras plantas. 

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La importancia de esas lombrices

Más allá de que la NASA no ha señalado para qué desea la información, la teoría parece ser bastante clara. La idea de crear una colonia humana en Marte está cada vez más cerca de hacerse realidad, frente a lo que hace falta explorar alternativas.

Pero, en el caso de que fuera la colonia llevada a cabo, se necesitaría desarrollar una forma eficiente de agricultura, pues los humanos no podrían sobrevivir sin un suministro renovable de alimentos. Para ello, las lombrices son más que importantes, debido a sus funciones.  

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Las lombrices, en la Tierra, llevan adelante labores de vital importancia en el suelo, modificando tanto su estructura como la disponibilidad del agua o de los nutrientes, para que las plantas crezcan sanamente. Si en verdad ellas fueran capaces de replicar esas labores en suelo marciano, todo sería más simple. 

La parte buena es que, hasta el momento, parece que pueden hacerlo. Y, entonces, de una forma metafórica, es como si las lombrices pudieran hablar: «sabemos cómo hacer que la rúcula crezca en suelo marciano», dicen, «mudarse a Marte es una posibilidad cada vez más cercana». 

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Las dificultades marcianas

Más allá de los resultados prometedores, aún falta mucho camino por recorrer. Las pruebas, en la Tierra, son mucho más simples que fuera de ella. En Marte, no existe un campo magnético que filtre la radiación, ni existe agua líquida, además del frío extremo que podría acabar con sus vidas.

Pero, en el caso de que una colonia humana fuera llevada a cabo, se podrían encontrar soluciones. Podrían crearse varias huertas acondicionadas e incluso crear sistemas de fibra óptica con luces para que la menor presencia de luz solar no les afectara, más allá de que las plantas crecerían a un ritmo más lento.

Además, el suelo marciano tiene componentes metálicos que en grandes cantidades pueden ser venenosos para el ser humano. La NASA debería encontrar una forma de filtrar esos elementos para que no formaran parte de las plantas antes de crear una huerta en Marte

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A pesar de las dificultades que existen para nuestra mudanza a Marte, estamos cada vez un poco más cerca. Y, ¿quién sabe? Las lombrices podrían ser una pieza clave en nuestras futuras vidas marcianas