Podemos pensar de muchas formas respecto a las hormigas, pero jamás tildarlas de vagas. Estos pequeños y maravillosos seres no descansan jamás, aunque un nuevo estudio tal vez nos haga cambiar un poco la imagen que tenemos de ellas.
Las hormigas también se retiran a cierta edad

Según el Dr Robert Schofield de la Universidad de Oregon, quien llevó a cabo esta investigación, las hormigas trabajan toda la vida para llegar finalmente a una edad de retiro jubilatorio o algo por el estilo, en la que dejan algunas tareas de lado y comienzan a concentrarse en descansar.
El estudio se concentró en especies de hormigas que habitan América Central, las cuales pasan toda la vida cortando las hojas que las forrajeras recogen. Esta actividad, sin embargo, es muy desgastante y con el correr del tiempo las navajas de las hormigas van perdiendo fuerza y efectividad.
Tal es así que llegado un determinado momento de su edad, algunas hormigas se vuelven ineficientes en ella, y deciden dar un paso al costado, dejándole esta actividad a las más jóvenes.
No he podido averiguar cuál es el rol que las hormigas mayores pasan a cumplir; sin embargo, es interesante de por sí el hecho que se retiren. Es que el hecho de que esto ocurra en una sociedad como la de las hormigas marca una pauta general casi universal en la naturaleza: la deposición de roles y el intercambio generacional. Nosotros le llamamos retiro o jubilación, pero significa mucho más que cobrar un salario sin trabajar de forma activa.









