Las bebidas dietéticas aumentan el apetito: ¿mito o realidad?
¿Quién no se ha pedido una vez el menú más grande de una conocida cadena de comida rápida, chorreante de grasa y calorías, junto a una bebida dietética? Puede que no sea lo más lógico del mundo, pero es algo bastante común. Y si eres de los que sigue una dieta estricta, pero no puedes dejar de lado la bebida dietética, puede que hayas escuchado el debate sobre si las bebidas light aumentan el apetito. Hoy queremos explicarte todo sobre ello para que puedas seguir consumiendo (o no) con alegría tu bebida favorita.
La teoría: las bebidas dietéticas engordan
Muchas personas que consumen bebidas dietéticas tienen sobrepeso, ya que estas contienen en lugar de azúcar, edulcorantes que nos hacen comer más y reservar más en forma de grasas.
En la lengua tenemos cuatro receptores para cuatro sabores diferentes: ácido, salado, dulce y amargo. Cuando bebemos algo dietético, la lengua se estimula en la zona dulce, y estos informan al cerebro de que están llegando al estómago carbohidratos en forma de azúcar, por lo que el cuerpo se prepara liberando insulina en el torrente sanguíneo. La insulina no solo se encarga de “destrabar” las células para que entre el azúcar, sino también de almacenar la misma en forma de grasa.
Cuando el azúcar realmente entra en nuestro cuerpo, los niveles de insulina vuelven a la normalidad rápidamente; pero si el azúcar no entra realmente, como en el caso de las bebidas dietéticas, los niveles de insulina permanecerán altos hasta encontrar algo de azúcar. Esto disparará la función metabólica secundaria, encargada de almacenar grasa para utilizar la energía en otro momento. Con el tiempo, esto causa otro problema: el cuerpo genera una resistencia a la insulina, luego hipoglucemia y finalmente diabetes.
Por si fuera poco, con niveles altos de insulina en el cuerpo se genera una reacción en el cerebro para que este sienta hambre y pueda así reequilibrar los niveles de azúcar.
La contrapartida: una nueva posibilidad
Sin embargo, diversos estudios consideran que esta teoría está errada, y que consumir bebidas dietéticas no aumenta el apetito.
La investigación llevada a cabo por Carmen Piernas de la Universidad de Carolina del Norte, cambió las bebidas con azúcar de un grupo de personas con sobrepeso u obesidad por una parte de agua y una parte de bebidas dietéticas y llegó a la conclusión de que las personas solían tener una ingesta menor de calorías diarias: de 2300 a 1500 en los casos más extremos. La única diferencia significativa es que aquellos que solo bebían agua consumían más frutas y verduras que quienes consumían bebidas dietéticas, y estos por su parte tenían menos antojos de postres.
Eso no quiere decir que el consumo regular de bebidas –ya sean dietéticas o no– puede perjudicar tu salud en otros aspectos, por ejemplo el ya mencionado de la diabetes.
¿Conocías el mito de que las bebidas dietéticas aumentan el apetito? ¿Consumes este tipo de bebidas a menudo?