La urbanización a gran escala de los espacios naturales, sobre todo la construcción y ampliación desmedida de las ciudades, suele tener un evidente efecto negativo en los ecosistemas naturales en los que se emplazan. Aunque para un gran número de especies la presencia de una urbe implica una migración forzosa, para algunas representa cierta ventaja y puede incluso cambiar aspectos básicos de su conducta o su físico.
Las arañas de ciudad son cada vez más grandes

Este último caso es el de una conocida araña australiana que, según se ha descubierto, suele crecer e incluso ser más fértil cuando vive en las ciudades que en su ambiente natural en el campo y los científicos creen saber por qué. Simplificando el hallazgo, podría concluirse que las arañas de ciudad son cada vez más grandes. Veamos algunas implicancias.
Las arañas de ciudad crecen más que sus hermanas del campo

La especie de araña estudiada por científicos de la Universidad de Sydney ha sido Nephila plumipes, una de las más comunes en ese país, sobre todo en zonas del sureste.
Por su costumbre de habitar en los espacios urbanos, es un arácnido bastante conocido por los australianos y aunque es venenosa (su picadura puede provocar entumecimiento y dolor localizado), los reportes de accidentes relacionados con ella son muy inusuales.
Ahora bien, para el estudio se seleccionaron 222 de estas arañas que habitaban tres zonas bien diferenciadas: las urbanas, las semiurbanas y las rurales. Luego se midieron varios parámetros de su cuerpo, relacionándolos con otras variables.
Así, los investigadores encontraron que aquellas arañas de ciudad, las que habitan en las zonas urbanizadas, tenían tibias más largas (es un segmento de las patas que es empleado pata estimar el tamaño del animal) que sus contrapartes campestres, unos 5 milímetros de radio de diferencia, lo cual es bastante teniendo en cuenta el tamaño de esta araña.
Por si fuera poco, al estudiarlas internamente, se vio que las arañas citadinas tenían además ovarios más grandes y desarrollados, estos representaban hasta un 39% de todo su peso corporal. Los ovarios de mayor tamaño se asocian a una capacidad reproductiva mayor, por lo que estas arañas de ciudad también tenían ventaja en este sentido.
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¿Qué explicación dan los científicos?

Según teorizan los autores del estudio, publicado en PLOS ONE, la clave de estas importantes variaciones estaría principalmente en dos factores: el calor y la disponibilidad de presas. Los entornos urbanos tienden a ser mucho más calurosos que las zonas rurales debido al calentamiento del asfalto, los edificios, los metales, los radiadores, entre muchos otros elementos.
Esto se conoce como “ isla de calor urbano” y puede hacer a las ciudades hasta 3 ºC más calurosas que sus alrededores. El calor está directamente relacionado con el incremento de la tasa metabólica y el crecimiento en las arañas y otras especies.
En cuanto a la disponibilidad de presas, es conocido que las ciudades, debido a la presencia de restos alimenticios humanos, suelen atraer un mayor número de insectos, como por ejemplo las moscas y otros insectos pequeños atraídos por las luces nocturnas. Esto sin dudas puede ser un factor importante para que las arañas crezcan y se reproduzcan más, al disponer de alimento en mayor abundancia.

Las arañas con importantes aliadas de los seres humanos en las ciudades, pues son excelentes controladores biológicos de insectos realmente dañinos y vectores de enfermedades como las cucarachas, los mosquitos y las moscas, por lo que un descubrimiento como este puede considerarse algo positivo para los habitantes de la ciudad.
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