La salud de los bulldog ingleses está en peligro por culpa de la cría selectiva y no va a mejorar

Como todos los perros de pedigrí, el bulldog inglés pasa por la cría selectiva. Se trata de una raza muy popular, principalmente en Estados Unidos, donde se registró como la cuarta raza más popular en el 2015.

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La apariencia física del bulldog inglés es sumamente particular y es la principal razón de su popularidad. Tiene hombros gruesos y una cabeza muy grande en proporción con su cuerpo. Tiene gruesos pliegues en la piel, principalmente en la cabeza y en el torso. El hocico es corto con una papada considerable y labios caídos. Y el peso estándar es de 22 kg para los machos y de  18 kg para las hembras.

Sin embargo, estas características físicas que tanto adoran las personas son también las que tantos problemas de salud aportan a estos caninos. En particular, los pliegues excesivos pueden infectarse fácilmente de no ser constantemente higienizados. Sus narinas pequeñas les traen  problemas de respiración y sus ojos tienen una serie de problemas que les ocasionan irritación crónica y mucho dolor. Su columna vertebral se encuentra considerablemente deformada y esto les ocasiona incontinencia y pérdida progresiva del uso de sus piernas traseras. Y debido a todos estos problemas de salud (y algunos más) estos perros suelen vivir entre 8 y 10 años

La cría selectiva ocasiona problemas irreparables

Imagen Shutterstock

Un estudio publicado en la revista Canine Genetics and Epidemiology reportó que estos problemas de salud ya están demasiado incrustados en la genética de esta raza de perros y, por lo tanto, son ahora casi irreversibles. 

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Uno de los autores del estudio, el profesor Niels Pedersen explica que:

«El bulldog inglés alcanzó el punto en el cuál su popularidad es más importante que los problemas de salud que un bulldog estándar sufre durante su muy breve vida».

Para poder mejorar la salud mediante manipulación genética debe existir diversidad suficiente en la raza misma, o sino se debe incorporar diversidad de otras razas. 

Los científicos encontraron que aún queda una cantidad limitada de diversidad genética que puede aprovecharse para generar cambios genéticos. Sin embargo, eliminando las mutaciones para resolver los problemas de salud podría derivar en una reducción mayor de la diversidad. Además, la inserción de genes que modifiquen el aspecto físico de estos perros, puede incrementar la fragilidad de la diversidad genética. Por lo tanto, a esta altura cualquier intervención en el genoma de los bulldog ingleses puede resultar contraproducente. 

En Suiza, muchos criaderos de bulldog ingleses comenzaron a cruzarlos con el antiguo bulldog inglés (bulldog de origen americano) para crear el bulldog continental, qué creen tendrá una mejor salud. Sin embargo, aquellos que adoran al bulldog inglés consideran que esto es controvertido ya que es la cruza entre un bulldog inglés y un bulldog americano y le quitaría la cualidad, aparentemente tan necesaria, de tener un bulldog exclusivamente inglés, enfermo, pero inglés.

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