La República de San Marino, pequeña pero grande

La pequeña República de San Marino, con sus 60,57 kilómetros cuadrados, es la más antigua de Europa, pues fue fundada alrededor del año 300 de la era cristiana; se halla enclavada dentro del territorio italiano, al este de la ciudad de Florencia, en el límite de las regiones de Emilia-Romagna y Las Marcas, entre las provincias de Forli, Pésaro y Urbino y a tan sólo 14 kilómetros de Rímini, el hermoso puerto sobre el Mar Adriático.

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Un maravilloso enclave

Su característico relieve montañoso, que forma parte de Los Apeninos, rodea al Monte Titano, donde se sitúa la ciudad capital de estrechas callejuelas empedradas. Para recorrerla turísticamente nada mejor que abordar su célebre tren a motor con servicio de guías en varios idiomas. A éste, su monte principal lo acompañan otros diez, el Monte Carlo, el Pennicciola, La Serra, San Cristoforo, Monte Ventoso, Monte della Mandra, Monte Pulito, Monte Cucco, Monte Lupo y Monte Olivo, en orden decreciente de altura.

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Para los amantes del deporte debemos recordar que entre Rímini y San Marino se disputa cada año la reconocida Maratón de los Dos Estados. Algunas de las visitas que no se deben dejar de realizar son la de la Plaza de la Libertad, en la que uno de sus lados nos permite disfrutar de una impresionante vista y en cuyo centro se encuentra la estatua que le da nombre; la del Museo del Estado de la República de San Marino; la del Museo del Emigrante; la fortaleza de La Cesta, que es la más alta de las tres torres de guardia que custodian el pequeño estado; la Guaita, otra de las torres rodeada de murallas con almenas y la que falta que es el Montale, algo más retirada que las anteriores. En la Iglesia de San Francisco hay una interesante pinacoteca que contiene hasta una bellísima Virgen con el Niño que se le atribuye al gran Rafael.

La pequeña joya de Europa

Habiendo comenzado su existencia como comunidad monástica, creada por exiliados de la cercana isla dálmata de   Arbe debido a las persecuciones religiosas entabladas por el emperador romano Diocleciano, fue anexando luego con el transcurrir del tiempo algunas ciudades vecinas, por ejemplo Fiorentino, Serravalle, Montegiardino y Faetano; actualmente se divide en nueve zonas o castillos, de las cuales nos falta nombrar a Acquaviva, Chiesanuova, Borgo Maggiore, Domagnano y la misma San Marino.

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Algunos torrentes que bajan de las cumbres bañan sus tierras permitiendo una importante actividad vitivinícola; uno de ellos, el Marano, hasta conforma un bello lago en Faetano. Pero aunque la agricultura es importante su mayor industria no deja de ser la del turismo, porque esta pequeña ciudad-estado se ha convertido en grande, brindando al mundo sus innumerables bellezas naturales y su calidez humana.

¿Conocían la República de San Marino? ¿Querrían visitar este sitio?