Probablemente si piensas en viajar a una isla te vengan a la mente ideas de tranquilidad, romance y descanso. O por lo menos, podemos esperar una realidad diferente al resto de los lugares. En esta oportunidad conoceremos la isla Mackinac, una isla detenida en el tiempo. Como adelanto te cuento que allí no se permite el ingreso a los automóviles: los transportes se realizan mediante caballos y bicicletas.
La isla Mackinac: una isla detenida en el tiempo


Esta isla se encuentra en el uno de los Grandes Lagos, entre las dos penínsulas del estado de Michigan, en Estados Unidos. Una gran cantidad de turistas se ven atrapados por ella y la visitan cada año durante las épocas de verano. En un comienzo la isla era utilizada por los británicos como una fortaleza en los 1800. Luego pasó a manos de los Estados Unidos y la isla se convirtió en un parque nacional.

La isla posee una variedad de estilos arquitectónicos, entre los cuales se destaca el famoso Grand Hotel con su estilo victoriano (ver imagen inferior).

Existe una variedad de actividades que podrás realizar en esta isla. En primer lugar puedes alquilar una bicicleta (me imagino que será la mejor opción para recorrer la isla con libertad). También puedes contratar tu propio carruaje (¡aunque supongo que habrá que desembolsar una buena cantidad de dólares para eso!)


Los amantes de la historia podrán realizar paseos guiados para aprender más sobre esta isla. La isla Mackinac posee parques históricos que también podrás recorrer.
En la isla Mackinac se realizan una variedad de eventos culturales, incluida una exposición anual de arte americano del siglo XIX en el Grand Hotel. Hay por lo menos, cinco galerías de arte en la isla. Otro dato a saber: en la isla Mackinac se filmó gran parte de la película “ Pide al tiempo que vuelva”.

En la fotografía superior vemos a la isla Mackinac en invierno. Un paisaje diferente pero que seguro también vale la pena conocer, ¿no?







