La Isla de Hvar, uno de los destinos turísticos más bellos

Sobre el Mar Adriático, cerca de la costa de Croacia, encontramos uno de los destinos turísticos más bellos del mundo, la Isla de Hvar. Ésta se divide en tres municipios, Hvar, Jelsa y Starigrad, los cuales compiten en la posesión de lugares maravillosos para visitar. Forma parte de la región central de Dalmacia y es la más grande de las alrededor de mil islas que pueblan la costa dálmata, con sus 11 kilómetros de ancho y 68 de largo. Las temperaturas en verano son cálidas y en invierno relativamente suaves.

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Desde el pasado al presente

Poblada ya desde los tiempos de la antigua Grecia, tiene mucha historia que contarnos a través de sus ruinas, sus grandiosos edificios, como el Teatro Antiguo, el Convento franciscano o la célebre Fortaleza Española y sus monumentos. Se destaca la increíble Catedral de San Esteban, que data del siglo XVI, ubicada sobre la amplia plaza principal. Desde el Observatorio Astronómico, ubicado en una colina, se tiene una hermosa vista de la ciudad toda y las puestas de sol se contemplan de maravilla desde allí.

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También su naturaleza es deslumbrante, por ejemplo todas sus caletas están al abrigo de las rocas y flotan siempre en el aire los aromas del romero y de la lavanda (de ésta última, en Velo Grablje, se lleva a cabo el Festival Anual durante el mes de junio), junto con el de los bosques de pinos, que abundan. En el interior, además, se cultivan vides y olivos, mientras que en las costas las industrias que se destacan son la pesca y el turismo.

Bellas ciudades para visitar

La cortesía y la cordialidad de su gente suman encanto a la isla. En la costa norte, que es más abrupta, se halla Stari Grad, a sólo quince kilómetros y unida a Hvar por una excelente carretera que nos adentrará en paisajes de ensueño. El puerto de Sucuraj, en la otra punta de la isla, con su plácido muelle y sus hermosas casas, ve pasar los yates que surcan las cristalinas aguas. Desde la ciudad de Split, en el continente, se puede llegar en ferry o en catamarán. Jelsa se halla a 27 kilómetros de la ciudad de Hvar, tiene calles angostas, pequeñas plazas y cuenta con numerosas calas y playas de grava, rodeadas de pinares.

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Los vinos de la isla son algo que no debemos dejar de degustar. El vino blanco o bogdanusa, por ejemplo, es el acompañamiento ideal si comemos pescado. Pero hay más, bastantes más, para todos los gustos. Las comidas se condimentan con suavidad, mediante hierbas frescas recién cosechadas, como la albahaca y la mejorana. Como utilizan poco aceite jamás nos caerán mal. Comer en toda Croacia es algo sano, natural y muy rico además.

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En Hvar pasaremos inolvidables vacaciones, navegando, buceando, practicando windsurf o escalada, descansando en la playa o nadando en las tranquilas aguas, y no querremos volver jamás a nuestras ocupaciones cotidianas, eso puedo asegurarlo.

¿Qué les parece la Isla de Hvar? ¿Les gustaría conocerla?

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