La Iglesia de la Compañía de Jesús en Quito

No es la primera ocasión que NuestroRumbo viaja a Quito, la capital del Ecuador. Pero hoy lo hace para detenerse en una de las joyas de su centro histórico, patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1978. Este emplazamiento, caracterizado por su arquitectura colonial, está plagado de conventos e iglesias de esta época, ya que todas las órdenes religiosas que llegaban a América solicitaban edificios propios para el culto y la oración de sus miembros, y también para otras funciones de carácter social, relacionadas con la educación o la salud.

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El tesoro al que nos referiremos hoy es legado de la presencia de la Compañía de Jesús durante la Real Audiencia de Quito, hasta la expulsión de los jesuitas en 1767, la que se denomina coloquialmente entre los quiteños como la Iglesia de la Compañía. Se encuentra ubicada en la Calle de las Siete Cruces muy cerca de la Plaza central, llamada Plaza de la Independencia. La Iglesia de la Compañía, tras ser restaurada por 19 años consecutivos para reparar los daños producidos por varios terremotos, luce hoy exultante para el fiel residente y para el turista.

La Iglesia de la Compañía en Quito

Este edificio religioso fue construido en el periodo comprendido entre 1605, casi veinte años después de la llegada a Quito de los padres jesuitas, y 1765, apenas dos años antes de su salida de América. La Iglesia de la Compañía es de estilo barroco, manifiesto tanto en la ornato de su fachada exterior como en la decoración interna. Esta última destaca por la policromía, un profuso artesonado estilo mudéjar y una hermosa cobertura en pan de oro, finas láminas de este mineral de 23 quilates.

Obra de la escuela quiteña de los siglos XVII y XVIII, presenta cruz latina con crucero, presbiterio, transepto y una bóveda considerada ejemplo del barroco latinoamericano. Se dice que la iglesia está inspirada en los templos romanos de II Gesú y San Ignacio y fue resultado de una ardua labor de distintos gremios de artesanos, carpinteros y albañiles bajo la coordinación de los sacerdotes jesuitas.

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Qué no puedes dejar de ver

La Iglesia de la Compañía está adornada con hermosas obras pictóricas de Nicolás Javier Goríbar, artista quiteño del siglo XVIII, del hermano jesuita Hernando de la Cruz, Bernardo de Legarda (autor del retablo del presbiterio) y de la mencionada escuela quiteña, todos ellos del siglo XVIII.

De igual modo, en la sacristía se puede contemplar una pinacoteca dedicada a la vida y la obra de San Ignacio de Loyola y otros santos, y el primer Salón de Grados de la Universidad San Gregorio Magno, escenario de importantes acontecimientos históricos de la ciudad.

Algunas curiosidades del interior de esta iglesia en las que cabe reparar son: la doble escalera en la pared de la puerta mayor (una real y otra simulada), los profusos decorados del órgano, la bella balaustrada del coro o las esculturas de la fachada principal, tallada en piedra volcánica.

¿Conoces esta hermosa iglesia de Quito? ¿Te gustaría visitarla?

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Si te interesa el turismo religioso y especialmente el recorrido histórico por su arquitectura, te invitamos a conocer más en las páginas de NuestroRumbo. ¡Te esperamos!