La histórica ciudad de Olinda

Imagen Thinkstock

En Brasil, dentro del Estado de Pernambuco, se encuentra la histórica ciudad de Olinda, que aunque posea un juvenil aspecto fue fundada en el año 1535 y es una de las mejor conservadas de la época colonial, estando su historia unida a la del cultivo de la caña de azúcar.

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Limita al este con el Océano Atlántico, al norte con Paulista y al sur y el oeste con Recife.

Antigua y moderna

Su Centro Histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO; su encanto radica en  el armonioso balance que existe entre los edificios (casas sencillas con techos de tejas coloniales, paredes pintadas con vivos colores y decoradas con mayólicas), jardines, capillas, conventos y sus veinte iglesias de estilo barroco.

Entre las construcciones más destacadas se encuentran el Palacio Episcopal, el Colegio Jesuita, los monasterios franciscano y benedictino y las iglesias de la Gracia, de la Misericordia, del Amparo y de San Juan Bautista.

Olinda no sólo es bella sino que es sinónimo de cultura. Sus carnavales, a los que asisten turistas del mundo entero recuerdan mucho a los que se celebran en Portugal, su madre patria (con muñecos de gran altura y enormes cabezas que reciben el nombre de cabezudos desfilando al son de alegres melodías), aunque se le han anexado esencias africanas que le suman originalidad, para esa época del año se escuchan sonar por las calles ritmos como el frevo, el maracatú y otros también nativos de Pernambuco.

Iglesias, fortalezas y hermosas playas

Pero el lugar preferido por los visitantes, el punto turístico con mayor atracción de todo el Estado de Pernambuco, es el Alto da Sé. Hasta allí se arriba por el Largo da Sé que se extiende desde la Ladeira da Misericórdia, atravesando varias bellas plazas.

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En sus alrededores funcionan el Mercado del Artesanato (que antes funcionaba junto a la Caixa D’Agua) y el Huerto del Rey, que es uno de los huertos botánicos más antiguos del país. Para ver toda la ciudad nada mejor que subir a la antigua Caixa D’Agua, de veinte metros de alto, donde un mirador panorámico nos muestra todo el entorno.

También se puede visitar el Fortim do Queijo o Fuerte de San Francisco, importante monumento histórico que data del siglo XVI y cuenta con novísimas áreas recreativas para toda la familia, se halla en la Rua do Sol, en el barrio de Carmo, a escasos metros del Convento de San Francisco y del Océano Atlántico.

La bella costa marítima es otro de los atractivos de Olinda, varias son las playas de las que podemos disfrutar, entre ellas Barrio Novo, Casa Caiada y Rio Doce, con riveras sombreadas por palmeras y espigones que se adentran en el agua.

Olinda tiene tanto para ofrecer que sólo estando en ella podremos conocer todos sus encantos a fondo, las mejores vacaciones para pasar en familia y por qué no para realizar una escapada romántica de fin de semana.

¿Conocían sobre la ciudad de Olinda? ¿Qué les parece este sitio?