«La guerra es un asesino de sueños», pero nunca podrá contra el amor

Desde marzo de 2015 que Yemen se ha visto envuelto en una gran guerra civil. Según las cifras de las Naciones Unidas, más de 10.000 personas han muerto en estos dos años de conflicto.

Sus habitantes han visto el horror, se han destrozado sueños de muchos jóvenes y, sin embargo, el amor sigue demostrando que puede superar cualquier obstáculo.

La importancia de perseguir los sueños

Ahmed Mokaiber tiene 25 años y, cuando se recibió de la Universidad de Sanaa con 24, esperaba poder casarse al poco tiempo con su amor de secundaria. Pero estalló la guerra, y él y su pareja tuvieron que retrasar su sueño. 

A principios de este año pudo celebrar su matrimonio, pero no sin tener que superar más obstáculos y ahorrar dinero para pagar la ceremonia trabajando en una empresa privada durante el conflicto.

Ahmed recuerda su boda como un día mágico y feliz, pero no deja de preocuparse por el futuro que tendrá con su esposa si la guerra no llega a su fin. «La guerra es un asesino de sueños», asegura. 

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Cuando el amor supera todo obstáculo

Las parejas comprometidas en Yemen han tenido que posponer su sueño de casarse a la espera del fin de la guerra no solo por un problema económico, sino también por temor a los bombardeos. Recordemos que uno efectuado en 2015 dejó a 54 heridos y decenas de muertos en una boda.

Pero, a pesar del deterioro de la situación económica y la guerra, las personas siguen estando dispuestas a sonreír y a preservar sus rituales para celebrar con alegría el momento único de la boda.

Tanto Ahmed y su pareja como los demás jóvenes de Yemen que toman la decisión de casarse en medio del conflicto demuestran que el dinero y la pobreza no logran superar algo mucho más fuerte: el amor.

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