La Fortaleza de Sacsayhuamán

La Fortaleza de Sacsayhuamán, perteneciente a la cultura inca, se encuentra situada a dos kilómetros al norte de Cuzco, en Perú. Se la comenzó a construir en el siglo XV y fue terminada durante el siglo XVI.

Se halla a la considerable altura de 3.700 metros sobre el nivel del mar, en el Valle del Río Tullumayo, al que rodean las montañas de Pachatusán, Cinca y Ausangate.

Piedra y agua

Lo que en ella siempre llamó la atención, tanto de los arqueólogos como de los simples visitantes es el tamaño de las piedras (algunas de nueve metros de altura y 200 toneladas de peso) con las que fue construida, cómo fueron transportadas hasta allí y cómo se las pudo colocar unas sobre otras y encastrarlas de manera tan exacta.

Gracias a un exhaustivo trabajo se han podido sacar a la luz muchos de los edificios con los que contaba este importante baluarte inca.

Entre ellos, al oeste, se destaca la base circular de 22 metros de diámetro del Muyucmarca, uno de los tres torreones que dominaban el conjunto; según los cronistas españoles de la época había otros dos pero de forma cúbica, llamados Paucamarca (en la parte este del recinto) y Sallacmarca (en el centro de la fortaleza), interconectados a través de túneles, que al parecer servían para guardar agua.

Mirando hacia el norte se encontraba la entrada principal y en la esquina suroeste del emplazamiento estaban los almacenes.

El cóndor y la llama

Quedan también en pie tramos de las tres murallas (de cuatrocientos metros de largo y seis metros de alto)  que protegían la ciudadela, las cuales estaban dispuestas en forma escalonada. Se puede apreciar, además, el Templo, donde se adoraría al Sol mediante ceremonias similares a las de hoy en día; como la del solsticio de invierno, conocida como Inti Raymi, donde los participantes visten atuendos muy coloridos y bailan sus danzas tradicionales.

Sólo un 20% de lo que fuera Sacsayhuamán ha sobrevivido, la mayoría de sus piedras de menor tamaño fueron usadas para levantar viviendas e iglesias para los conquistadores españoles en la ciudad de Cuzco.

Una bellísima región del planeta cubierta de un verde interminable que cubre los valles y la parte inferior de las montañas, éstas con cimas rocosas y a veces rodeadas de nubes que nos indican cuán altas son en realidad.

Sobrevuelan el paisaje las grandes aves de Los Andes, los cóndores, con sus inmensas alas desplegadas mientras que debajo, caminando a paso lento, para detenerse donde esté la hierba más tierna, pastan las llamas. 

Cielo y tierra, tierra y cielo, en medio de los cuales el hombre levantó templos y fortalezas que aún perduran para recordarnos que hubo en el lugar una gran civilización. Llegar hasta Sacsayhuamán es una experiencia que vale la pena vivir.

¿Han visitado alguna vez la Fortaleza de Sacsayhuamán? ¿Cuál de sus características les parecen más interesantes?