La festividad de las muñecas en Japón

Japón es un país lleno de folklore, creencias y tradiciones bellas y ancestrales. Es un país que aún en medio de su tecnología arrasadora y su vida cada vez más occidentalizada, continúa ejerciendo respeto por su cultura y mantiene un denodado esfuerzo por proteger y hacer perdurar sus diferentes tradiciones a través del tiempo. Ya sean sus mitos, leyendas o festividades, todas se siguen guardando con gran solemnidad de generación en generación.

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Si tengo que mencionar una de las festividades japonesas que me ha parecido más maravillosa por su ternura e inocencia, tendría que mencionar al “Hina Matsuri” o más conocido como el día de las niñas.

Este festival, también denominado el de las muñecas, es una celebración que gira en torno a los buenos deseos y fortuna para las niñas del hogar. Inalterablemente tiene lugar anualmente cada 3 de marzo.

Esta tradicional fiesta, como se cuenta, tiene su origen en la influencia de China, específicamente en la creencia que en las muñecas se podían capturar a los espíritus malignos que atormentaban a sus dueños.

Ya en Japón, durante el periodo denominado Heian (794-1185), se popularizó notablemente la tradición de fabricar muñecas de papel que tenían ese mismo poder de apresar los espíritus. Las muñecas eran colocadas en barquitos que se lanzaban en el río, deshaciéndose así totalmente de ellos. A esta celebración se le denominaba Hina Nagashi, y aún ahora se celebra en algunos lugares de Japón.

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Al mismo tiempo, se dio inicio a otra costumbre. Las jóvenes de la corte imperial empezaron a formar grandes colecciones con las muñecas utilizadas para sus juegos. Poco a poco, el resto de la población inició la práctica de esta costumbre. 

el periodo Edo (1603-1868)
festividad del Hina Matsuri

La celebración

escalinata que puede ir de 5 a 7 niveles
kimonos a la usanza tradicional
naranjos y flores de durazno
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Durante la celebración también se hacen presentes otros elementos claves como platos y bebidas típicas, que tienen una fuerte connotación con la vida y la suerte de la niña.

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- Hishimochi: Pasteles de arroz de 3 capas, cada una de color diferente. Rosa, que significa la salud, blanco, que simboliza la pureza y verde que significa la vida.

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- Hina-arare: Bolitas también hechas de arroz de colores diversos. Se utilizan para proteger a las niñas de las enfermedades y la mala fortuna.

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- Shirozake : un tipo de sake de color blanco y muy dulce. Simboliza la purificación del cuerpo.

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Toda la festividad termina al día siguiente, cuando la familia se apresura a guardar lo más rápido posible el juego de muñecas, pues si tardan se tiene la creencia que la niña no encontrará rápidamente un esposo bueno.

Definitivamente una festividad que vale la pena presenciar entre la algarabía de niñas vestidas con kimonos tradicionales, solemnidad y jolgorio, todo para conseguir el favor de “los dioses” para las pequeñas mujercitas. Una costumbre que nos hace reflexionar cómo un país tan adherido a las tradiciones puede a su vez contemplar tal respeto al sexo femenino, a diferencia de lo que ocurre en el mundo occidental.