Como sabe cualquiera que haya estado trabajando mucho tiempo en tareas intelectuales, la fatiga mental nos agota de tal modo que luego nos cuesta hacer otras actividades. Ante esta situación es válido preguntarse, ¿será que la fatiga mental cansa tanto como el ejercicio físico?
¿La fatiga mental cansa tanto como el ejercicio físico? La ciencia responde

Los científicos, por su parte, también han estado preguntándoselo y para tratar de encontrar una respuesta se han concentrado en hacer un experimento con un grupo de sujetos en el que cada uno realiza actividades físicas, solo que en dos momentos diferentes: cuando han estado sometido a labores intelectuales y cuando no.
El experimento

El experimento para saber qué relación hay entre la fatiga mental y la física se realizó con 16 personas en un laboratorio. Los participantes simplemente debían montar la bicicleta fija hasta el agotamiento.
Sin embargo, la prueba se hizo en dos días: primero, cuando los sujetos estaban fatigados mentalmente y segundo, cuando no lo estaban. Antes de cada sesión, los participantes dormían el mismo tiempo, bebían la misma cantidad de líquido y comían lo mismo.
Para lograr la fatiga mental, se les ponía una tarea desafiante que duraba 90 minutos y que demandaba de las personas atención, memoria, reacción rápida y la capacidad de inhibir respuestas. Para la otra sesión se ponía a los participantes a ver documentales neutrales y relajantes durante el mismo tiempo.
Una vez se terminaban estas tareas, se pasaba a la tarea principal: la bicicleta fija. Los individuos pedaleaban hasta el punto en el que no podían mantener una cadencia de al menos 60 revoluciones por minuto durante más de cinco segundos.
Los expertos midieron variables fisiológicas como el consumo de oxígeno, la frecuencia cardíaca, el gasto cardíaco, la presión arterial, la ventilación y los niveles de lactato en sangre. Por otro lado, los participantes completaron encuestas para medir su motivación y esfuerzo percibido.
¿Qué resultados se obtuvieron?
Los resultados fueron los siguientes:
- Los sujetos cansados mentalmente como promedio pararon de hacer ejercicios un 15 % antes.
- Los participantes se detenían en el mismo nivel de esfuerzo percibido en ambas condiciones, pero cuando estaban agotados mentalmente comenzaban con una percepción de esfuerzo mayor y terminaban mucho antes.
- Los análisis cardio-respiratorios y musculo-energéticos no reflejaron ninguna diferencia significativa entre ambos ensayos.
¿Qué nos dicen estos resultados?

Estos resultados sugieren que la percepción del esfuerzo ocurre en el cerebro. Según los expertos, hay dos hipótesis: 1) la fatiga mental disminuye la inhibición del cerebro contra el cansancio y 2) la fatiga mental afecta a la dopamina, un químico cerebral que desempeña un papel en la motivación y el esfuerzo.
En cualquiera de las dos posibilidades, se activan áreas cerebrales específicas –prefrontales– que hacen que el cuerpo experimente molestias mayores y más perturbadoras en situaciones de agotamiento intelectual.
Por esta razón, cuando tenemos fatiga mental percibimos que hay q esforzarse más para hacer cualquier otra actividad y que estamos muy cansados físicamente, cuando en realidad los valores de los parámetros fisiológicos no se diferencian.
¿Fatiga mental vs. fatiga física?

Es importante tener en cuenta que la fatiga mental y la física se rigen por procesos biológicos diferentes, que pueden coexistir. Si una persona está agotada físicamente no podrá correr o saltar, pero su concentración se mantiene intacta.
Si está fatigada mentalmente, como vimos en el experimento, podrá hacer actividades físicas pero su percepción del esfuerzo y resistencia se verá comprometida.
Finalmente, podemos decir que no son aspectos biológicos comparables, no se trata de que uno se canse más en una actividad que en la otra, sino que la fatiga mental tiene mayor impacto en cómo percibimos nuestros tiempos de agotamiento físico.
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